Publicado: Mié, 12 Jun 2013 16:10
Gracias Concha. Muchos han visto esa profundidad. Así debe ser
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Ana, gracias por el comentario, me alegro que te haya gustado. abrazo tambiénAna Muela Sopeña escribió:Macedonio, tu poema es inmenso en fondo y forma y la homenajeada se lo merece.
La inquietud...un concepto para reflexionar. Lo cierto es que hay poemas que dicen, otros que insinúan, otros que gritan y esto de producir inquietud es el dorso, nunca mejor dicho.
Enhorabuena
Un fuerte abrazo para ambos
Ana
la lectura de la moneda girando bajo la luz para verse con una mariposa mientras vemos sus alas y también vemos su movimiento me parece enteramente bella. tienes la capacidad de ver en distintos planos. la imagen que me viene de los poemas como hologramas de mariposas aleteando detenidas alrededor del que escribe es consoladora. un gran abrazoBruno Laja escribió:Hola, Macedonio,
fijar la tortuosa disciplina que invade con su rito el rito de la propia presencia no va a a disminuir la presión de su corona que es como un cepo ceñido a la cabeza, ni va a deconstruir ningún proceso hasta hacerlo reversible, en el sentido de una moneda que cae y muestra sus dos alas en el mismo plano. Pero es salir de la guardia ponerla ahí, tan luminosa y viva que el lector puede verla y, a expensas del autor, darle un lametazo a su propia herida. Felicidades a ti y a Hallie, por este poema tan generoso. Y un fuerte abrazo.
Óscar Distéfano escribió:Una densa prosa poética (o, poesía en prosa, como me gustaría llamarla, ya que es poesía ante todo), logradísima en sus propósitos de trasmitir un mensaje y arrancar la belleza poética. No dudo que el homenaje sea merecido (Hallie se merece mil homenajes), pero tu poema escapa de una transmisión meramente intimista y afectiva. Tu metapoema se hace universal y nos llega y nos penetra con su eco preciso. Dicen que cada lector modificará el poema a su manera; lo creo, pero también creo que existe una percepción esencial aprehendida por la voz poética que nos llega emocionalmente a todos por igual.
En este poema a mí me sorprende la luz que me trasmite en cuanto al proceso creativo, y en cuanto a las consecuencias que profetiza ante ciertas trasgresiones que la voz poética considera inviolables, pues dice: “Quien quiera reunirse con esto debería desdecirse o puede caer en la cuenta de que nadie lo va a escuchar”, aceptando que “esto” implica, precisamente, ese dorso donde reside la impotencia o, mejor dicho, la insatisfacción, la inquietud.
La oración poética que me resulta núcleo y mensaje glorioso del poema lo guardaré en el primer plano de mi conciencia: “Estamos aprendiendo de nuevo a poder dormir”. Yo respondería: y, por ende, a soñar.
Nos regalas un poema que reconstruye nuestra visión poética. Es lo más esencial que puede trasmitirnos un poema. Yo te lo agradezco.
Un gran abrazo para ambos.
Óscar
gracias mi amigo. un muy abrazo te mando.Marius Gabureanu escribió:Macedonio, me parece un análisis sobre la conciencia poética, muy bien desarrollado, evocando verdades, sobre todo. Realmente los poemas solamente muestran su brazo herido, su necesidad de cariño.
Y una excelente dedicatoria para nuestra querida Hallie, que es como un médico curando soledades en este portal.
Abrazos para ambos. Felicitaciones.
Macedonio,Macedonio Tracel escribió:el dorso de un poema es su inquietud. Como en una pintura, lo que queda
debajo, suelto, errado, sin poder concebirse frena sus decisiones.
Quien quiera reunirse con esto debería desdecirse o puede caer en la cuenta
de que nadie lo va a escuchar. Estamos aprendiendo de nuevo a poder
dormir. Así aparecen estas cosas graznando en su vuelo no escrito hasta
originar demoras. Uno cree entender que de nuevo armó los rastros del
asombro y la discusión no sirve, no aclarará la furia, ceniza floja, helada de sí
misma, rota hacia el amor. Veo palabras con sus vergüenzas perseguidas
sin saber decir. Lo que escribo me espera recogido en un temblor antes del
ahora. Las pausas ya son unos grumos al costado, un poco más fríos, puesto
que esto que les miramos filtra lo que no sirve, queda suelto en los
intervalos de no explicar ir y venir, las manos en otra cosa.