Editorial Alaire

Julio González Alonso escribió:También puerta, también estremecimiento que da entrada a multitud de emociones. Las que nos andan por los adentros como ruedas de molino. Felicidades, Macedonio.
Salud.

Macedonio Tracel escribió:También puerta
también los ojos cerrados de cuánto me dura en la boca
y así es como quiero trabajar - con más olor, con más ruido.
También a veces cuando desarmo algunos gestos
y siento las huellas, el sudor, el color sepia, el no tener voz…

Busco como los golpes cuando me molestan. Como un martillo,
con agujeros, muestro aguerrido lo que tirita en el miedo
y después puede repetirse y que algunas noches puede romperse.

Me cuesta la poesía que no baja la cabeza cuando respira.
Rehacer debe tener un trasluz aún en un último vacío.
Nadie puede asegurar, en lo mejor de esto que hacemos,
que aprendió el por qué nos escuchamos decir estos ruidos,
estas palabras que son otras, el peso del miedo, las ocasiones
abiertas a destiempo, el pulso que nunca se pudo abarcar.
Entonces…
que el sentido sepa que aquí se ha perdido su boca coherente.

También tierra en cuanto pueda.
Siempre me traiciono.
También llover.

Macedonio Tracel escribió:También puerta
también los ojos cerrados de cuánto me dura en la boca
y así es como quiero trabajar - con más olor, con más ruido.
También a veces cuando desarmo algunos gestos
y siento las huellas, el sudor, el color sepia, el no tener voz…

Busco como los golpes cuando me molestan. Como un martillo,
con agujeros, muestro aguerrido lo que tirita en el miedo
y después puede repetirse y que algunas noches puede romperse.

Me cuesta la poesía que no baja la cabeza cuando respira.
Rehacer debe tener un trasluz aún en un último vacío.
Nadie puede asegurar, en lo mejor de esto que hacemos,
que aprendió el por qué nos escuchamos decir estos ruidos,
estas palabras que son otras, el peso del miedo, las ocasiones
abiertas a destiempo, el pulso que nunca se pudo abarcar.
Entonces…
que el sentido sepa que aquí se ha perdido su boca coherente.

También tierra en cuanto pueda.
Siempre me traiciono.
También llover.

Rafel Calle escribió:Muy hermoso trabajo, amigo Macedonio, en el que desarrollas un estado emotivamente puntual –porque quizá todo es pasajero- en el hacedor de poemas, y lo haces dentro de tu proverbial singladura que aborda el desafío de transmitir con un sello personal e intransferible y en el que la sintaxis adquiere un papel preponderante.

Me llama la atención la pulcritud, el ritmo, los encabalgamientos, en fin, la técnica; todo en un compendio estilístico de primer orden, todo envuelto en un lenguaje que homenajea a la inteligencia introspectiva, a los vastos designios de los autores que quieren crecer y multiplicarse –que no repetirse continuamente- en el ámbito interior de la palabra.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.