Animal del tránsito

[Rosa Marzal]

Abro los comentarios a este bello e intenso poema. Un abrazo.

Gracias por tu lectura y palabras, Ramón. Un abrazo.

[Rosa Marzal]

Rosa,

Me gusta el lirismo y el equilibrado uso de metáforas de tus poemas. Mi aplauso,

Ángel

Gracias por detenerte a leer mis versos, Ángel. Abrazos.

[Rosa Marzal]

Rosa Marzal,

Agradable lectura de intimista poema. Afectuoso saludo.

Me alegra que te haya gustado mi poema, Carlos. Gracias por tu lectura. Un abrazo.

[Roberto López]

[quote="Rosa Marzal"]

Intensos versos, preñados de hondura y amor. Un placer en esta tarde gris. Abrazos.

[Marisa Peral]

[quote="Rosa Marzal"]

Abrí en mi frente un ojo de luz para mirarte

Este verso tiene la fuerza suficiente para hacer que no dejemos de leer hasta el final, Rosa.
Todo el poema es potente y lleno de imágenes muy atrayentes, familiares, incluso podría decir que conocidas


¡Calienta
una infusión de fe
para beberla a ciegas
cuando supure gris la madrugada!.

Y esta estrofa es magistral.
Es un privilegio tenerte, compañera. Felicidades y gracias por compartir.
Abrazos.

[Ana Muela Sopeña]

El poema es fantástico por su fuerza y por su lenguaje poético. Trabajo lírico impecable.

Por otra parte la emoción de cada verso es desbordante y llega intensamente como llamaradas de fuego.

Las enumeraciones te quedan muy bien.

Felicitaciones y aplausos
Besos
Ana

[Rafel Calle]

Poemas inolvidables: Animal del tránsito, de Rosa Marzal.

[E. R. Aristy]

Abrí en mi frente un ojo de luz para mirarte,
para descifrar esos signos que te pueblan
de ramas de inquietud, de verbos ácidos,
de incendiarias espinas,
la garganta
y amedrentar así los gritos de los pájaros
que sobrevuelan
tus parajes de noche incomprensible;
para intuir luciérnagas
enmascaradas a la visión de las pupilas,
bajo el silencio que madruga en las entrañas,
a esa hora en la que el reloj marca un eclipse
de tinieblas amanecidas en los labios.

Tú, animal del tránsito,
merodeador del rastro de mi sangre,
subes pacientemente
los peldaños secretos del hastío;
atraviesas las cárceles del tiempo,
para extraer cada conjuro de mi lengua;
abasteces
de luminosos racimos
novilunios de desérticas esperas;
aligeras los espasmos que prolongan
tantos violines de sangre derrocada.

¡Calienta
una infusión de fe
para beberla a ciegas
cuando supure gris la madrugada!

¡Entrégame el fuego, la rabia, la ternura!
ese pan de silencios
horneado
en el cuenco de azufre de mis lágrimas,
que nutre de criaturas prohibidas
las raíces
de estos sueños que exprimen
el agridulce vino de tu alma.

¡Oh! Esta es la función de La Poesía,Rosa, un zumo para avivar, para calentar, para convenir en un ritual humano y bello. Lo consigues todo en este bello y apasionado poema. Has transformado la grisácea bruma del dolor en éxtasis poético! Abrazos, ERA