Primavera en una ciudad portuguesa

[Ramón Carballal]

La memoria de la piedra impide tu abril.

Vaya comienzo!!!, casualmente ayer escribí sobre la memoria del tacto,
hay algo que no entiendo en su estructura.
No comprendo las separaciones //, disculpa mi ignorancia pero en parte
estoy aquí para aprender y si no pregunto no hayo la respuesta.¿Recalcan los recuerdos?
pues lo que leo entre ellos es como si describieras algun recuerdo


Si dividieras en cuadrículas este mar azul, si el blanco
de las sábanas te acompañara como un duende, si el grito
de una madre no hallara debajo al niño insomne,
tal vez respondería
que no quiero esta luz,
que la piedra es un corazón maltratado,
que en la calma del río
la historia navega
como falúas rotas.

Y esta parte la resalto, pues creo que es la más profunda, me parece que es en sí el poema, el sentimiento.

Un placer leerte siempre

Un abrazo

La separaciones es solo un recurso formal equivalente a la separación de estrofas. Una compañera que publico algún tiempo aquí,Paula Varela, las solía emplear. Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

[Rosa Marzal]

La memoria de la piedra impide tu abril.

Pisar el laberinto de la caoba pulida, llegar al pórtico
del alud y convertir el abecedario en oscuras sierpes
de bienvenida.

Es hermoso el hotel/su dibujo de nostalgia/su luz breve/
sus fotografías caducas/ sus alfombras gastadas como
un párpado cómplice.

Son días de primavera, caminos de azul, aire que brota
límpido y vertical.

En la estación, los trenes se olvidan del soliloquio
(hay murales como ejércitos de luces y sombras,
hay reyes coronados de indiferencia o naves sin futuro).

Tú caminas y yo camino, pesan los adoquines, pesa
la atmósfera que no habita el color.

Mil gatos nos seducen y en el juego tu sed se vuelve ambigua,
nos retrata, nos exhibe.

Si dividieras en cuadrículas este mar azul, si el blanco
de las sábanas te acompañara como un duende, si el grito
de una madre no hallara debajo al niño insomne,
tal vez respondería
que no quiero esta luz,
que la piedra es un corazón maltratado,
que en la calma del río
la historia navega
como falúas rotas.

Al atardecer, los puentes quiebran el estático gesto de la duda,
fluyen como metamorfosis de un oráculo incomprensible.

Todavía en mis sueños retorno a las plazas del dulzor/ tranvías que lloran
el destino amargo/cafés que dejan un verbo en las propinas/
esculturas de bronce sin amanecer ni latido/ el divertido eclipse
de las aceras que viajan.

Un paisaje luminoso envolviendo esa melancolía que late al fondo de tus versos. Un placer haber leído tu maravilloso poema. Saludos.

[Ramón Carballal]

Me gusta cómo condensas en tus poemas lo que tus sentidos perciben y el filtro de tus vivencias, el caldo final donde se mezclan las percepciones y el colador de tu mente. Saludos.

Gracias, Roberto, por tu lectura y amable comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Es un placer entrar en tus versos y disfrutar de las imágenes bellas
que adornan tus reflexiones vitales y por el recorrido de la metáfora
sedienta y sabia.

un abrazo

Muchas gracias por leerme y comentar. Un abrazo, Guillermo.

[F. Enrique]

Hermosa, sugerente, y tan tuya, Ramón, esta estampa que nos hace de tu viaje por la vida y por el mundo, a veces parece que nos entregas fotografías en las que no solo aparecen las imágenes sino el interior de las personas y como se sienten ante el paisaje y las cosas, ante el tiempo que pasa. En la línea de otros poemas tuyos en los que nos ofreces una excelente crónica sentimental de tus viajes; muy bueno.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Ramón,

excelente entrega. Tu habitual habilidad para la imagen, otras veces mas opresiva u oscura, se torna en esta ocasión digna de la primavera, de ese ambiente luminoso tan especial de Portugal, "la orilla occidental del mediterráneo" que decía Franco Battiato. No es el primer poema que escribes sobre Portugal y se nota que lo conoces bien.

Me gusta mucho la alternancia de elementos paisajísticos y relacionales tú-yo. Esa habilidosa ambientación de la relación, como si el entorno, evocador y freco a la vez, formara parte de las cositas de pareja, y al revés. Me gusta también el recurso final del sueño, dando a entender que todo lo anterior es una rememoración onírica, lo que le confiere un inesperado plus final de evocación.

De lo mejor que te he leído, en mi opinión.

Un abrazo.

Gracias, Pablo, por darme tu opinión que aprecio. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Si dividieras en cuadrículas este mar azul, si el blanco
de las sábanas te acompañara como un duende, si el grito
de una madre no hallara debajo al niño insomne,
tal vez respondería
que no quiero esta luz,
que la piedra es un corazón maltratado,
que en la calma del río
la historia navega
como falúas rotas.

Un paseo por la armonía, la sensibilidad y la inteligencia. Magistral. Un abrazo y toda la admiración. Ricardo.

Gracias, Ricardo, por tu generoso comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Me ha gustado el tema paisajístico mezclado con ese intimismo. Muy buen poema. Un abrazo

Gracias, Francisco, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

[Rafel Calle]

Muy hermoso trabajo, amigo Ramón, donde te introduces en el ámbito descriptivo para conformar una obra que consigue captar la atención del lector hasta hacerlo cómplice de tu personalísima forma de ver cuanto te rodea.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.