Bruno Laja escribió:Un augurio que hubiera podido desfondar la manía apocalíptica de permanecer
no se cumplió
y los acabamientos se arrodillaron mullendo el plumaje de la muerte.
Hasta más ver,
altivamente dijeron tantas nubes que una lengua aprendió a cantar antes de haber nacido.
Y no fue capaz de otro lenguaje.
Pasaban cielos y fronteras dentro del mismo nudo de aire,
se persignaban en las fosas basales de los soles
y cicatrizaban la crecida del tiempo contra el tiempo.
El augurio tuvo descendencia;
cupo en aquella lengua desprofetizadora sin apenas mancharla
con un desvío imperceptible de las tonalidades
que pulsan macho o hembra según se manifiesta el cuerpo de lo que falta y vive
atrasando el silencio o tal vez adelantando a la claridad, el mundo.
Si está en la piel, trenza la piel,
le exprime los caudales y le despierta el fruto como si sollozase una campana detrás del fugitivo.
Si está en el hueso quema y abrasa los espejos de la sangre.
Si está en la mano salta de la mano y corre
y busca otra mano
que la lleve hasta los labios, muy cerca de la lengua,
para escuchar el coro medular de su profunda descomposición.
Tu poema cumple, Bruno. Excelente! Tus ricas metáforas, tu imaginería, y todo eso que hace un ecosistema psicológico, emotivo, vital, esa ed tu poesía. Abrazos, ERA