Editorial Alaire

Un verdadero regalo. Magnífico. No sabes cuánto lo he disfrutado.
Saludos.

que subtiempo descubres, que hueco entre los sueños donde solo queda el latido pulsando las historias que podrían haber sido y nunca sabremos. hace falta mucha sensibilidad para llegar hasta ese lugar que seguramente existe pero no todos podemos acceder. felicitaciones

Te escribo, amigo Ramón, convencido de que este comentario no llega tarde y que tendrá alguna clase de respuesta en algún lugar del universo de los versos, de la poesía, de la escritura que tanto mimaste, con pulcritud, con amor y vehemencia. Ya quedaron rotos los espacios de la palabra en el aliento de tu pecho, pero los que tuvimos la suerte de caminar a tu lado este trecho continuaremos recitando tus poemas, tu aliento, la vida que nos regalaste. Un abrazo, amigo.
Salud.

estaba releyendo el comentario... y sentí mucho respeto, hay mucha energía intemporal.
el dolor y el desconcierto van ocupar estos días, nada más, él se ha ocupado de poder atravesar esas cuestiones. reitero mis respetos... esta vez a sus deudos.

Allá donde te encuentres, Ramón. Tu poema...un lujo de lectura. Un lujo de poesía para disfrutar y reflexionar hondamente.

Mi abrazo eterno en la amistad y en la poesía
Ana

Como decía Hallie en su comentario: "...hay algo infinito en tu poema". Con mucha tristeza y toda mi admiración dejo mi humilde huella en esta maravilla de poema. Ha sido un honor para mí haber compartido en algún momento letras contigo, Ramón. Un abrazo, Poeta.

Me dijo en un privado que había acertado, adivinando el poema de Cernuda que le inspiró. Intercambiamos algunas ideas sobre Cernuda y me dijo que me lo agradecería también en el turno de respuesta del poema. Ya no podrá hacerlo, pero yo seguiré esperando el turno.

Este es el poema:

El cantar de los pajaros, de Luis Cernuda.

El cantar de los pájaros, al alba,
cuando el tiempo es más tibio,
alegres de vivir, ya se desliza
entre el sueño, y de gozo
contagia a quien despierta al nuevo día.

Alegre sonriendo a su juguete
pobre y roto, en la puerta
de la casa juega solo el niñito
consigo, y en dichosa
ignorancia, goza de hallarse vivo.

El poeta, sobre el papel soñando
su poema inconcluso,
hermoso le parece, goza y piensa
con razón y locura
que nada importa: existe su poema.

Nos dejaste un sueño