Editorial Alaire

Ricardo José Lascano escribió:Bella creación de poesía, muy bonita. Calidad y talento para una obra conmovedora.

Un abrazo fuerte.

Ricardo.

Marius Gabureanu escribió:Uff, es un poema de una profundidad extraordinaria, muy sentido, creando los vacíos necesarios, espejos del vientre del ser que siempre llevaremos en el recuerdo. Mis felicitaciones sinceras.



Mil veces me pregunté por tu razón predecible,
había en tu grito el misterio de las hojas intactas,
lo mismo que el otoño cuando agita su serpentina
en las estaciones del frío. Cuando vuelva a mi
canto gris, de sábanas azules, de mercurio en la luz,
de sopor en la mirada ausente, de lujuria en la ceniza.
Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.
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Ramón Ataz escribió:Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.


Fantástico, Ramón. Y sigo disfrutando de tu poesía.

Un abrazo.

VICTOR SANTA ROSA escribió:Muy bello y sentimental Poema amigo Poeta. Mis saludos.

Ramón Carballal escribió:Quisiera un sol en el camino del mar. Mi casa
de cristales ambiguos que repiquetean como
badajo en mi corazón de añil. Recuerdo la
geometría de un suelo inhóspito(a cambio
la bondad de los cuadros, la piel de las paredes
rugosa como un barniz de tiempo).Allí estabas tú,
sombra de madre, caída como un árbol de octubre,
intangible, con el dedo abstracto de la caricia roja.
Mil veces me pregunté por tu razón predecible,
había en tu grito el misterio de las hojas intactas,
lo mismo que el otoño cuando agita su serpentina
en las estaciones del frío. Cuando vuelva a mi
canto gris, de sábanas azules, de mercurio en la luz,
de sopor en la mirada ausente, de lujuria en la ceniza.
Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.

Pilar Morte escribió:Hay algunos versos que me han extremecido pero todo el poema es maravilloso, como siempre
Besos
Pilar

Josefa A. Sánchez escribió:Leerte es un aprendizaje continuo. Hermosura, claridad y mucho amor en estos versos.
Un abrazo.
Pepa

Carlos Justino Caballero escribió:

Ramón Carballal escribió:Quisiera un sol en el camino del mar. Mi casa
de cristales ambiguos que repiquetean como
badajo en mi corazón de añil. Recuerdo la
geometría de un suelo inhóspito(a cambio
la bondad de los cuadros, la piel de las paredes
rugosa como un barniz de tiempo).Allí estabas tú,
sombra de madre, caída como un árbol de octubre,
intangible, con el dedo abstracto de la caricia roja.
Mil veces me pregunté por tu razón predecible,
había en tu grito el misterio de las hojas intactas,
lo mismo que el otoño cuando agita su serpentina
en las estaciones del frío. Cuando vuelva a mi
canto gris, de sábanas azules, de mercurio en la luz,
de sopor en la mirada ausente, de lujuria en la ceniza.
Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.

Maravilloso. Cualquier otro intento de elogiar el poema me dejaría desairado en el intento. Mi afecto, poeta!

Ramón Carballal escribió:Quisiera un sol en el camino del mar. Mi casa
de cristales ambiguos que repiquetean como
badajo en mi corazón de añil. Recuerdo la
geometría de un suelo inhóspito(a cambio
la bondad de los cuadros, la piel de las paredes
rugosa como un barniz de tiempo).Allí estabas tú,
sombra de madre, caída como un árbol de octubre,
intangible, con el dedo abstracto de la caricia roja.
Mil veces me pregunté por tu razón predecible,
había en tu grito el misterio de las hojas intactas,
lo mismo que el otoño cuando agita su serpentina
en las estaciones del frío. Cuando vuelva a mi
canto gris, de sábanas azules, de mercurio en la luz,
de sopor en la mirada ausente, de lujuria en la ceniza.
Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.

Rosa Marzal escribió:Hermoso y emotivo poema, donde los recuerdos son cobijo eterno. Mis felicitaciones, poeta. Un abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Quisiera un sol en el camino del mar. Mi casa
de cristales ambiguos que repiquetean como
badajo en mi corazón de añil. Recuerdo la
geometría de un suelo inhóspito(a cambio
la bondad de los cuadros, la piel de las paredes
rugosa como un barniz de tiempo).Allí estabas tú,
sombra de madre, caída como un árbol de octubre,
intangible, con el dedo abstracto de la caricia roja.
Mil veces me pregunté por tu razón predecible,
había en tu grito el misterio de las hojas intactas,
lo mismo que el otoño cuando agita su serpentina
en las estaciones del frío. Cuando vuelva a mi
canto gris, de sábanas azules, de mercurio en la luz,
de sopor en la mirada ausente, de lujuria en la ceniza.
Cuando vuelva a los objetos que han mordido la huella
de mi presagio, reconoceré el oído insomne de mi
desventura, y en él seguirás tú, extraña efigie de mi ser.

No quiero usar ningun adjetivo, solo tu nombre, Ramon.

Just Gafar escribió:Me dejas sin palabras Ramón, sin palabras. Ya quisiera yo haber escrito versos como estos.

Es una barbaridad de poema.

Mi abrazo y admiración en la distancia.