Editorial Alaire

Guillermo Cuesta escribió:Elizabeth, amiga. Qué lírico poema acompaña a tu nocturno sentir.
nocturno y algo sombrío. A ver si amanece pronto y recibes
amor cuando la aurora alumbre.

un abrazo

Gracias Guillermo por leerme y por tu bello comentario. Hace poco leía yo a Nietzsche y la frase que a continuación dejo, me parece de una absoluta y total verdad y sensatez:


"Quien tiene algo POR QUÉ vivir es capaz de soportar cualquier CÓMO."



La poesía, así como la danza y la música son para mí esos por qués.
Gracias otra vez por acudir a este rincón.
Un gran abrazo

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte.

...
cuando ya no importe,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Aquí, Dios mío,
cedo a tu sordera y en silencio huyo.
Aquí tienes
mi corteza y sus huesos
el impulso y la apatía
los millones de calvarios
desertando disminuidos.
...

Tienes una forma de decir muy dulce y agradable, y llena de armonías. Imagino este poema recitado, como una caricia para el oido.
Para mi gusto, el poema tiene tres conjuntos de versos maravillosos, que son los que extraigo. Estos tres conjuntos me llegan profundamente al alma por su belleza y profundidad.

Tu poema transpira un alma serena y armoniosa, que está acostumbrada a nadar en la belleza.

Ha siso un placer leerte, Elizabeth.
Un abrazo desde el otro lado del charco.



.

Víctor Vergara Valencia escribió:

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte.

...
cuando ya no importe,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Aquí, Dios mío,
cedo a tu sordera y en silencio huyo.
Aquí tienes
mi corteza y sus huesos
el impulso y la apatía
los millones de calvarios
desertando disminuidos.
...

Tienes una forma de decir muy dulce y agradable, y llena de armonías. Imagino este poema recitado, como una caricia para el oido.
Para mi gusto, el poema tiene tres conjuntos de versos maravillosos, que son los que extraigo. Estos tres conjuntos me llegan profundamente al alma por su belleza y profundidad.

Tu poema transpira un alma serena y armoniosa, que está acostumbrada a nadar en la belleza.

Ha siso un placer leerte, Elizabeth.
Un abrazo desde el otro lado del charco.



.

Poeta, muy honrada me siento por tu generoso pero inmerecido comentario, eres muy amable. Sinceramente me das aliento para continuar escribiendo y aprendiendo.
Gracias, muchas, de corazón.
Un fuerte abrazo hasta el otro lado del charco

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte.

Tú que sabes trenzar desgarres
roer calamidades
bautizar vacíos inútiles,
dime
cuando ya no importe,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Aquí, Dios mío,
cedo a tu sordera y en silencio huyo.
Aquí tienes
mi corteza y sus huesos
el impulso y la apatía
los millones de calvarios
desertando disminuidos.
Es insegura la caricia
el indulto admitido
errante tu consuelo vuelve a lo mismo.

Ya nada habito
la agonía es noche y ruido
verso raído en sopor ancho y prolijo.

(Inclinándose
el corazón ya sueña despreocupado
el inicio consabido).

Una oracion en la habitacion secreta de tu bello corazon. Me conmueve su blanda belleza. Un beso, ERA

E. R. Aristy escribió:

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte.

Tú que sabes trenzar desgarres
roer calamidades
bautizar vacíos inútiles,
dime
cuando ya no importe,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Aquí, Dios mío,
cedo a tu sordera y en silencio huyo.
Aquí tienes
mi corteza y sus huesos
el impulso y la apatía
los millones de calvarios
desertando disminuidos.
Es insegura la caricia
el indulto admitido
errante tu consuelo vuelve a lo mismo.

Ya nada habito
la agonía es noche y ruido
verso raído en sopor ancho y prolijo.

(Inclinándose
el corazón ya sueña despreocupado
el inicio consabido).

Una oracion en la habitacion secreta de tu bello corazon. Me conmueve su blanda belleza. Un beso, ERA

Es un gusto grandísimo saber que me has leído, querida poeta.
Gracias infinitas y un beso

Un placer grande venir a estos hermosos versos. Felicidades.
Un abrazo.
Pepa

Josefa A. Sánchez escribió:Un placer grande venir a estos hermosos versos. Felicidades.
Un abrazo.
Pepa

Pepa, es para mí una alegría saber que te has detenido en este espacio. Gracias infinitas y de todo corazón.
Un beso y un abrazo fuerte

Es insegura la caricia

Con este verso tan impactante y esclarecedor me has revelado ese instante de desolación humana que tan duro es traspasar. Has escrito un trabajo muy bueno, muy convincente, apreciada amiga.


Un abrazo.
Óscar

Óscar Distéfano escribió:

Es insegura la caricia

Con este verso tan impactante y esclarecedor me has revelado ese instante de desolación humana que tan duro es traspasar. Has escrito un trabajo muy bueno, muy convincente, apreciada amiga.


Un abrazo.
Óscar

Muchas gracias, poeta. Me ha encantado tu generoso y bello comentario.
Un abrazo grande, gracias por leerme

"Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte."

Me gustó la profundidad del poema, estos primeros versos de una sensibilidad muy hermosa.

Un abrazo fuerte.

Ricardo.

Ricardo José Lascano escribió:"Dime si el alma agoniza
cuando enciende la noche el último beso
y en los ojos otoñales un nido de luz
apagándose
con sus lágrimas viejas, amigas del ocaso,
es un lucero ciego rozando la muerte."

Me gustó la profundidad del poema, estos primeros versos de una sensibilidad muy hermosa.

Un abrazo fuerte.

Ricardo.

Te agradezco y aprecio de verdad el comentario que me dejas, Ricardo. Gracias por tu presencia en este rinconcito.
Un gran abrazo

Elizabeth Barrio Paredes,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Muy bello poema, Elizabeth! Tienes distinguida pluma. Con todo afecto.

Intenso y con fuerza poética llega el mensaje de tus interesantes versos Elizabeth. me gustaron

saludos

rafael

Me ha encantado. De una profundidad hermosamente escrita.
Saludos.

Carlos Justino Caballero escribió:Elizabeth Barrio Paredes,
si el canto del pájaro nocturno
es tan frío
como la despedida impronunciable.

Muy bello poema, Elizabeth! Tienes distinguida pluma. Con todo afecto.

Muchas gracias Carlos, eres muy generoso. Gracias por leerme.
Abrazos