Editorial Alaire

Gracias, Elizabeth, me dices que he conseguido justamente lo que pretendía, todas las soledades se parecen, sé, por mi propia experiencia, que no hay nada más desolador que una soledad en compañía.

Gracias, Elizabeth, me ha ilusionado mucho lo que me has dicho.

Ay, Enrique, que me tengo que ir, y me voy con la garganta entumecida, y te robaré los cuatro versos finales y me los llevaré plegados y atravesando el pecho encogido...me he emocionado un montón.

Un fuerte abrazo.

Me es difícil, Pascual, reconocer en quién pensaba y por qué, hasta cierto punto no me gustaría reconocerlo, pero creo que sentimientos muy afines podemos tener cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. Gracias por este comentario tan agradable y directo.

Un abrazo.

Al pie de lo que leía, Guillermo, quizás estaríamos hablando de un río sin retorno. No siempre la belleza está teñida de esperanza, pero creo que hay niños faltos de cariño que son muy agradecidos y se ilusionan con poco.

Te agradezco lo que me dices, siempre sentimos satisfacción cuando logramos llamar la atención con alguno de nuestros poemas.

Un abrazo.

Gracias, Pilar, por la sensibilidad que muestras siempre.

Un abrazo.

Gracias, Concha, por estas palabras tan hermosas que le dedicas al poema.

Un abrazo.

Gracias, Luis, por lo que me dices, es muy amable de tu parte. He querido enfocar este poema dentro de una línea confesional.

Un abrazo.

Maravilloso poema cargado de emotividad, que llega directo al corazón del lector. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Cuándo dolor y belleza late en estos versos, donde duele cada ausencia. Mis aplausos a tu obra. Un abrazo.

trato de no meterme en la parte confesional, en cualquier caso todos sabemos que no llegaríamos a entender por que el poeta decide escribir... me ha gustado... lo aclaro perdón.., viste que me cuelgo a hablar y se tiñe todo de confuso... desde mi lejanía autoimpuesta lo veo como el guión de un film corto, un poco más que un video, con sus colores y ambientes delineados, con sus tiempos marcando la historia contada.
te mando un abrazo

No volverá tu padre para sentarte en sus rodillas
y decirte que eres preciosa y tierna,
que no te dejará nunca,


Este poema me toca profundamente pues veo entre tus versos a mi pequeña nietecita. Grandísimo poema, del alma, gracias por el momento.

Un fuerte abrazo,

Cecilia

Me veo raro, Ramón, pero no quería pasar de largo sin decirte nada y admitir de una forma pragmática la triste realidad que nos arrebató el halo de tu presencia; te agradezco tanto o más estas palabras, como siempre de ánimo y aliento, que solías dedicar.

Un abrazo.

Gracias, Ferreiro, lo que te ha llegado es lo que deseaba transmitir en este poema que sobre todo se apoya en las sensaciones espontáneas, me quedo muy satisfecho con lo que me dices.

Un abrazo.

Siento este poema, amigo Enrique, cercano a mis propias reflexiones, a mi propio bagaje. La soledad, la añoranza, la figura de la niña, símbolo de inocencia, que utilizas para conseguir el contraste. Luego, está, por supuesto, tu cosecha de estilo, tu impronta. El resultado es un poema conmovedor y grave. Un buen poema.

Un abrazo

Esteban

Gracias, Quinteño, por las amables palabras que dedicas al poema.

Un abrazo.