Marius Gabureanu escribió:Soy el tren.
Me evocan las periferias en la quietud del crepúsculo.
A veces tengo sabor a roca macerada, a un aborto de cobre
sobre hojas de fárfara. Ser de innumerables nieblas
y ciervos decapitados. Cruzo los reinos del jabón extraído
de los cadáveres obesos y solamente sé mirar adelante.
Llevo otro suicida para las siderurgias humeantes,
donde se forjan los mejores cuchillos.
Hay un flujo de carótidas, un despertar de avispas
en la garganta del silencio.
Me esperas cada mañana sin saber que te llevo dentro desde siempre.
Soy el nombre de la rutina tatuado en tus brazos cansados.
Te devuelvo a los vacíos, en la estación de tu mortalidad.
Soy el dios de la sosa cáustica, el blanco que se percibe en el dolor.
Me parecen refrescantes tus metáforas, inteligentes, en movimiento dinámico. Un gran placer leerte, Marius. Abrazos, ERA