Editorial Alaire

Marius Gabureanu escribió:Elisabeth, me uno a los demás compañeros para destacar la primera estrofa pero me ha encantado en su totalidad, un poema profundo, mis abrazos sinceros y felicitaciones.

Suelto el instante
el callejón a oscuras de mi cuerpo
la mente es niebla
aire
incendio

Javier Bustamante escribió:hola Liz,

estas hecha una poetisa de altos vuelos, querida compañera de letras. lo he disfrutado. Saludos

Javier

Manuel Sánchez escribió:Liz, te dejo el testimonio de mi paso por este poema, con mi cariño.
Un fuerte abrazo

LUIS MARIÑO escribió:Unos versos que te transportan a nuevas y misteriosas dimensiones de la mente a través de un clarividente instante. Poema introspectivo y muy bello. Mis felicitaciones sinceras Liz. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Bellísimo, Liz. Un poema de colección.

Un montón de aplausos, querida poeta.

Abrazo enorme,

Hallie

David V. Estrada escribió:Desprenderse del que uno es y habita para reinterpretar la nimia cosmogonía que anida, hace fiestas y reflexiones en nuestro para nada infinito templo. Poder tener una noción sensitiva de lo que en la tierra de oniria pasa y lo que ciertos enervantes carentes de sonido son elementos plausibles que de este ejercicio poético ya reditúan bastante ganancia. La pesadumbre sin referentes metafóricos y los licores adulterados... no sé, ahí sí siento que me me sale debiendo el cierre de ese verso, pero ese soy yo, ya sabe que yo de pronto espero cosas que no llegan, y por eso es tal vez que también escribo, o hago como que escribo.


Para el tercer contingente de versos el brinco del personaje discursivo meditabundo por el que marca la pauta al segundo... eso también me brinca, pero es bueno siempre tender ese rompimiento en las letras, nunca está de más hacerlo y más si nos brinda ganancias en nuesto quehacer con las letras. Desvanecer aquello que nos impidió jamás intentarlo y decir con ¿labios torcidos?, me asemeja la imagen algo como una mueca, pero a bien no sabría decir si son las ganas de quebrar el tedio de salir de la coraza encontradas contra la resistencia de salir de la zona de supuesta salvaguarda, y bueno, después el corazón que guarda esperanzas buscando palabras, porque eso es supongo, subir del silencio para arrojarse... a un vacío que esta vez, quiero suponer no es uno con talle de "aquí no hay nada", "en esta alberca no hay pelotas", "la densidad es cero y la gravitación es lo único que rige y toca a este corazón que tiene ganas de salir a orear sus refulgentes arterias", bomba para qué te quiero si no explotas, tal vez algo así sería si esto fuera uno escrito jocoso.

En la lejanía en la que estás parado, amigo al que nombro, y por alguna razón será que lo hago, te digo que hay preguntas dispuestas a inquietar calmas olvidadas y hay recuerdos que reposan contentos porque hay fantasmas ¿que se enferman a destiempo?, en sí los fantasmas son producto, creo, y hasta en la metáfora de cuestiones no dilusidadas, de padecimientos crónicos del alma. Pero entonces después encuentro que en el espejo habrán sorpresas y catarsis, el reposo y la tierra de oniria otra vez... trae su escarcha calcinada y pequeños apuntes de secrecía.... No sé amiga, el final va a tener que explicarmelo de alguna forma que no force el verso, porque ahora yo ando forzando mis dos neuronas para que me digan porque su osamenta ligera pasada le pide al desvelo sin necesidad de desvelo y al misterio que venga no en plan insoportable, pero tal vez sí portador de nuevos mundos que le den cierto sentido al lugar que la anida y que la transporte al descanso de haber llegado después de una jornada, cansada, supongo, pero cansada de algo que valió la pena vivir. En verdad que este tipo de construcciones me pesan descifrarlas, y la verdad no sé si lo haga pero eso trato de hacer para pos no venir a decir por decir solamente. Creo que esta vez no logré el cometido. Igual en una segunda lectura décima me hallo.