Editorial Alaire

Rafel Calle escribió:A Blanca Sandino.

Eres una mazorca de sensaciones albas,
solícita fusión del grano y una queja,
paréntesis de espiga, tal vez un sueño ileso, alumbramiento grito
en un cosmos de letras.

Tus huellas tratan de volver al Sur, perdida en la misión de la palabra,
en tanto sufres lucidez ambigua
y te sientes arena de un castillo en la playa.

Esclava en media luna de la región del verso, sientes la depresión
que precipita el Este, y rueda en la humildad de los signos en flor,
la esencia del maíz a la desesperada.

Cierras la presunción de las tendencias al inhóspito afán que siega los maizales,
el hueso de la fiebre, tuétano de las sombras
y el rastro del suplicio de la guadaña calma.

Por la abrupta razón de los deseos suben revoluciones,
amarillo en dos águilas, el humus de lo rojo cautivo entre pisadas

Quién pudiera quedarse en el límite verbo
que sueña un ideal en la mudez galaxia.

Marisa Peral escribió:

Rafel Calle escribió:A Blanca Sandino.

Eres una mazorca de sensaciones albas,
solícita fusión del grano y una queja,
paréntesis de espiga, tal vez un sueño ileso, alumbramiento grito
en un cosmos de letras.

Tus huellas tratan de volver al Sur, perdida en la misión de la palabra,
en tanto sufres lucidez ambigua
y te sientes arena de un castillo en la playa.

Esclava en media luna de la región del verso, sientes la depresión
que precipita el Este, y rueda en la humildad de los signos en flor,
la esencia del maíz a la desesperada.

Cierras la presunción de las tendencias al inhóspito afán que siega los maizales,
el hueso de la fiebre, tuétano de las sombras
y el rastro del suplicio de la guadaña calma.

Por la abrupta razón de los deseos suben revoluciones,
amarillo en dos águilas, el humus de lo rojo cautivo entre pisadas

Quién pudiera quedarse en el límite verbo
que sueña un ideal en la mudez galaxia.

Magistral poema, aunque a tí no te guste tanto.
Me ha emocionado recordarla e intentar adivinar qué dijo cuando lo leyó. A Blanca nada se le escapaba y yo, desde la ignorancia de muchas cosas, veo este poema lleno de guiños y versos hermosísimos. Una maravilla que disfrutará, sin duda, y a mí como a Blanca, también me hace sentirme como "arena de un castillo en la playa"
¡Qué dulzura y cuánto amor, Rafel! Felicidades y un abrazo.