Editorial Alaire

Gracias, Marius, por tu amable comentario. De eso se trata, de fundir el hielo y entrar en calor.
Un abrazo.
Pepa

Tengo poco que añadir a un poemita tan perfecto, mágico, convincente (sobre todo) y rebosante del humor que suele faltarnos a los que vamos de poetas.

Gracias, Guillermo, por tu paso y tu simpático comentario. Creo que si ese mechero logra caldear el corazón, el resto se fundirá por si mismo.
Un abrazo.
Pepa

Inconfundible estilo, rico en poesía, poeta. Uno llega disfruta y se sorprende de la originalidad y belleza de tus trazos. Abrazos de amigo.

jajajaj, muy buena estrategia contra la frialdad, la más contundente: FUEGO.

Un placer pasar siempre por tu sitio.

Bicos, querida amiga.

Espero estimada Pepa, que no te de por la piromanía...

Un placer leer tu divertidos versos,
Un abrazo.

A primera plana este poema exquisito.

Aplausos miles, Josefa.

Gracias Hallie, casi me pierdo esta maravilla del ingenio.

Me ha encantado Pepa, eres incendiaria, y nunca mejor dicho jajaja.

Un abrazo y mi admiración.

Y a mí que me parece que tienes mucha fe en él?. En el mechero, claro está.


Placer, "fogosa".

Gracias, Juan Pablo, por tu simpático comentario. La verdad es que hay veces que creo que deberían arder algunas cosas, pero no es misión mía ponerles fuego.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Juan, por tu visita y visión. Cierto que tiene mucho de epigrama este pequeño experimento. Si entendemos que como dijo Juan de Iriarte

A la abeja semejante,
para que cause placer,
el epigrama ha de ser
pequeño, dulce y punzante.

En cuanto a lo de enfrentarse a mi ingenio, no es tan fiero el león...Me quedo en "epi", que la gramática no es lo mío.

Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pilar. Las gracias a ti por estar siempre y ser la abeja laboriosa de esta colmena de versos.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Lila. Me encanta que te encante y que te detengas a decírmelo.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pablo, por esa sonrisa, que estoy segura que no viene precisamente de un lector frío, sino de corazón cálido y amistoso. Si por ahí el tiempo es desapacible, te presto el mechero...
Y sí, yo a lo mío. ¡ Que remedio !
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Blanca, por el comentario, el saludo y las bendiciones que te retribuyo encantada.
Un abrazo.
Pepa