Juan Fionello escribió:
En otro tiempo hubiera abandonado el norte,
de donde vuelven los resucitados.
Al llegar a un territorio
inhóspito a la risa
hubiera dejado al Sol seguir su marcha,
hubieran mis cabellos sufrido en el dolor
que tú sintieras.
Entonces rastreaba la derrota de tus ojos,
me adelantaba a ti, lloraba en tu lugar;
pero ahora tu mirada borra sus vestigios
y tu espalda sabe bien cómo esconderte.
Porque a tu rostro lo arrastra la Luna,
por eso eres capaz de sufrir sola.
Un gusto recorrer tus letras Juan. Siempre un acontecimiento nuevo, esta vez, excelente!!!
Un abrazo
angel