Cuando quieras, Pilar; seguro que me ganas.Pilar Morte escribió:Ja, ja, te echo una partida y veamos. Muy ocurrente
Abrazos
PIlar
Un abrazo,
Víctor
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Cuando quieras, Pilar; seguro que me ganas.Pilar Morte escribió:Ja, ja, te echo una partida y veamos. Muy ocurrente
Abrazos
PIlar
Gracias, PepaJosefa A. Sánchez escribió:La de años que llevo jugando al parchís -con verdes- y al final hay siempre alguien que me come antes de que llegue a meta. Será que tiro fatal los dados. O que me hacen trampa. Muy acertada la metáfora y bella la forma de contarla.
Un abrazo.
Pepa
J. Manuel, es un privilegio verte por estas letras sabiendo por lo que pasas, amigo.José Manuel Sáiz escribió:Inteligente y original metáfora de psique del hombre y su deambular por la vida. Los juegos tienen su razón de ser. Sustituyen los instintos atávicos del hombre para darles un cauce civilizado. Así el ajedrez, los deportes son placebos de la lucha y de la guerra. El parchís, en su aparente inocencia, aplaca el instinto de ambición, vanidad, astucia y miedo. Y tu lo expresas muy bien poéticamente.
Muy bueno Víctor, muy bueno.
Un abrazo
J. Manuel
Gracias, Guillermo. Un juego dentro de otro juego. ¿La ruleta de la fortuna? Es loca y no se deja.Guillermo Cuesta escribió:Acabo de aprender a jugar al parchís. Qué bien narras tu sapiencia,
cuán bien lo describes. Seguro que a ese juego nunca pierdes. Al de buen poeta tampoco. Mira a ver si haces otro a la ruleta, pues quiero multiplicar
por más de treinta mi pensión, antes de que sea recortada.
Un abrazo
Guillermo
El gusto es mío, Gerardo.Gerardo Mont escribió:Jugamos, siempre jugamos...A veces ganamos, otras perdemos. La vida sencillamente, no se puede ignorar, se juega, bien o mal, pero se juega. Un gran gusto pasar por tus letras y su significado...Mis abrazos de amigo.
Gracias, Rafel, por tus palabras de ánimo y por ser un baluarte del foro, donde me diste acogida en su día y donde tengo tantos amigos.Rafel Calle escribió:Ya es habitual que nos deleites con obras sumamente originales, amigo Víctor, como en este caso que tratas una partida del divertido parchís para servirnos una alegoría de la propia vida.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.