Carmina Martínez escribió:La Calle.
La calle muda, fría, como un rio sin agua,
abierta en el silencio como un grillo sin sangre,
un olor artificial se va extendiendo
sobre un mundo con luz de escaparate,
en ella, yo sonámbula con deseos de romance,
ocultos, imposibles, como un sueño sin cauce.
Se humedece mi vida con una vieja ternura
grotesca y anacrónica, que fue creciendo suave
a la sombra sin voz de los anuncios,
bajo el cielo cerrado por los cables.
La calle dura, inmóvil y yo perdida en ella
esperando la cita, que nunca me dio nadie.
No hay tiempo para hablar, pasan deprisa
ellos son la gracia espontanea del instante,
síntesis de la ciudad, externa y clara
de fachadas, cruces y farolas inseparables.
Con una alegría falsa de espinas y de vidrios,
desvalida entre casas como sables…
Yo quedare con luces en el pecho
con un cantar sembrado entre la carnes.
(Fue el sueño de una pausa…
Hay que seguir la calle interminable).
Carmina.
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Hermoso poema, amiga Carmina, vestido de romance polimétrico en el que consigues una buena musicalidad, imágenes evocadoras y un desarrollo compacto y leal con la alegoría calle-vida.
Soledad entre la multitud. Relaciones etéreas en la densidad del aire. Cuerpos encendidos que como velas se deshacen. Sueños son, sueños urbanitas que corren tras su romance.
En el asunto métrico, no hallo una definición, más bien te dejas llevar partiendo del endecasílabo; eso está bien, siempre y cuando también sepas combinar correctamente una polimetría premeditada.
Detalles: cuidado con los puntos suspensivos, conviene que estén bien colocados. Las tildes, río, espontáneo, quedaré.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, es hermoso y muestra cierta evolución positiva en tu poética.
Un cordial abrazo.