Publicado: Sab, 30 Jun 2012 15:14
Un honor tener a Luis Oroz entre nosotros
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
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Mil gracias, Pilar. El verano es una mala época para mi, poco tiempo para dedicar a lo que me apasiona. Intentaré teneros más cerca. Un abrazo fuerte.Pilar Morte escribió:Me alegra ver un nuevo poema tuyo, espero que no demores demasiado el siguiente.
Versos hermosísimos y dicentes que me han encantado, como siempre. Un verdadero disfrute seguir tu palabra
Abrazos
Pilar
Muchas gracias, Juan, es un intento de poesía erótica, muy poco usual en mi, de momentoJuan Fionello escribió:Delicioso poema, Luis. Es muy difícil hacer un poema narrativo, como éste, y no perder ni por un momento la voz poética. Muy cercano y sugerente, me ha encantado.
Un abrazo.
jorgesalvadortercero escribió:Pocos poemas (y muchos he leído aquí) me han dicho algo más allá de una mezcla de palabras bonitas que al fin no dicen nada. Este sí, esto es verdadera poesía y yo, que no soy amigo del halago porque pienso que no ayuda al poeta, en este caso no puedo sino felicitarte de corazón.Luis Oroz escribió:El ancla de sus brazos sujetaba el impulso
de la felicidad.
Yo icé las velas blancas del deseo
y el mundo fue moviéndonos hacia quién sabe cuando.
Abrí mi aliento y dije; no seas tímida,
deja que yo reinvente tus sentidos,
deja que retroceda, que descubra
el fondo de tu luz,
que el aire sepa
que voy a estar en ti
como una frase
que poco a poco va desarropándote.
Que el aire sepa
a dilatada piel, a espalda curva,
a vértice de manos en las manos.
Abrí su boca entera con mi boca
y le hundí las palabras
como barcos que abrazan su tesoro escondido.
Todo empezó a moverse, fuimos náufragos
sobre el piélago azul de su mirada.
Después nadamos juntos,
yo encontraba en su cuerpo, ella buscaba
en el mástil la sal, en la humedad
un indicio del fin, en las mareas
la orgásmica razón del cielo abierto.
Nos re-corrimos juntos,
ella en mi pulso,
yo en la cartografía
que trazaba en su piel mi acuoso pensamiento.
El ancla de mis brazos en sus brazos,
mi espuma entre sus rocas
y el deseo,
país donde la vida se construye.
Abórdame otra vez, sube a mi fondo
y atraviesa el pez rosa que se esconde en mis labios
con la afilada punta de tu pecho.
Luis Oroz
Encantado de aprender de ti, un saludo Luis
J. J. M. Ferreiro escribió:Abrí su boca entera con mi boca
y le hundí las palabras
como barcos que abrazan su tesoro escondido.
Esta es una de las muchas maravillas que pueblan este poema, pletórico de sensualidad, humedad y salitre, y el mar con todos sus objetos, enseres y ruidos como escenario intenso de la entrega.
Joer, tío, tú en los recitales juegas con ventaja!!
Bienvenido de nuevo, colega chef!!
Un fuerte abrazo. Pronto nos veremos.
Gracias, javier , por tu huella. Un abrazo fuerte.javierdicenzo80 escribió:Rafel lastima que no estoy en España ya que tengo buena voz para recitar también lo digo por Luis Oroz excelente pluma
Luis Oroz escribió:El ancla de sus brazos sujetaba el impulso
de la felicidad.
Yo icé las velas blancas del deseo
y el mundo fue moviéndonos hacia quién sabe cuando.
Abrí mi aliento y dije; no seas tímida,
deja que yo reinvente tus sentidos,
deja que retroceda, que descubra
el fondo de tu luz,
que el aire sepa
que voy a estar en ti
como una frase
que poco a poco va desarropándote.
Que el aire sepa
a dilatada piel, a espalda curva,
a vértice de manos en las manos.
Abrí su boca entera con mi boca
y le hundí las palabras
como barcos que abrazan su tesoro escondido.
Todo empezó a moverse, fuimos náufragos
sobre el piélago azul de su mirada.
Después nadamos juntos,
yo encontraba en su cuerpo, ella buscaba
en el mástil la sal, en la humedad
un indicio del fin, en las mareas
la orgásmica razón del cielo abierto.
Nos re-corrimos juntos,
ella en mi pulso,
yo en la cartografía
que trazaba en su piel mi acuoso pensamiento.
El ancla de mis brazos en sus brazos,
mi espuma entre sus rocas
y el deseo,
país donde la vida se construye.
Abórdame otra vez, sube a mi fondo
y atraviesa el pez rosa que se esconde en mis labios
con la afilada punta de tu pecho.
Luis Oroz