Editorial Alaire

Rafael Teicher escribió:Sencillo y Castrense



Su voz era externa, opuesta, delgada, victoriosa.
La voz autárquica, solvente, únicamente enemiga.
Sus gestos eran perfiles calcados, prolijos, meridianos.
Me odiaba con su dinámica de brazos musculados, idóneos.
Siendo epidérmico me detestaba, me excluía: confirmaba lo que soy.
Daba sus manos a las manos, daba sus sonrisas a las sonrisas.
Le caían gotas voladas o sonajeros de agua en el pelo perfecto.
Su ropa era indicada, ligera, al talle.
Era andrógino, adecuado para los adecuados, oficial.
No hablaba en lenguas, ni en prosas, ni en soneto.
Hablaba en conjunto, uno tras otro los axiomas de la cosmética.
Sus dientes tallados masticaban elogios, paralelos, chistes.
Su capa olía a revistas, a tapas de libros policiales en verano.
Su carne no era carne, era neón; y el neón iluminaba mi sombra.



Rafael Teicher