Publicado: Vie, 18 May 2012 17:35
Muy buen trabajo, Rafael. Has conseguido imágenes potentes y llenas de sentimiento.
Saludos y felicidad,
Hallie
Saludos y felicidad,
Hallie
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Muy buen poema, Rafael, de sabor amargo, crudo y que se aferra, en su última estrofa, a un cierto halo de esperanza. Me ha gustado mucho. Te felicito por esta bien tramada propuesta.Rafael Valdemar escribió:Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.
Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.
Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.
Rafael Valdemar escribió:Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.
Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.
Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.
Rafael Valdemar escribió:Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.
Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.
Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.