ROBERTO LÓPEZ escribió:Un poema interesante con aire marcadamente urbano, despojado de floripondios melifluos, seco, cortante. Ha sido un `placer ese viaje en coche a ninguna parte. Saludos, Israel.
Muchas gracias Roberto. Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
ROBERTO LÓPEZ escribió:Un poema interesante con aire marcadamente urbano, despojado de floripondios melifluos, seco, cortante. Ha sido un `placer ese viaje en coche a ninguna parte. Saludos, Israel.
Rafel Calle escribió:Hermoso poema, amigo Israel, que evoca paisajes urbanitas con un ritmo envolvente y bien marcado. He tenido dificultades para leer las letras amarillas, pero al final lo he conseguido y ha sido un placer.
Un cordial abrazo.
Israel Liñán escribió:Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Conduzco.
No hay rumbo.
La noche
regala claroscuros,
me envuelve.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Adormecido
soy como hoja al viento,
me deslizo por el asfalto
con la mente en blanco.
La radio es un lamento,
música extraña,
décadas pasadas.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Polígonos vacíos,
mercados de la carne.
Palacios de neón
que se disuelven
en el retrovisor.
El aire húmedo,
la garganta seca.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
La ciudad se pierde
en el silencio,
sólo necesito
la carretera,
la oscuridad,
la ausencia total
de tiempo,
de espacio
.
Gracias ERA, tus comentarios siempre son bienvenidos.E. R. Aristy escribió:Israel Liñán escribió:Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Conduzco.
No hay rumbo.
La noche
regala claroscuros,
me envuelve.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Adormecido
soy como hoja al viento,
me deslizo por el asfalto
con la mente en blanco.
La radio es un lamento,
música extraña,
décadas pasadas.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
Polígonos vacíos,
mercados de la carne.
Palacios de neón
que se disuelven
en el retrovisor.
El aire húmedo,
la garganta seca.
Treinta metros,
lluvia de luz artificial.
La ciudad se pierde
en el silencio,
sólo necesito
la carretera,
la oscuridad,
la ausencia total
de tiempo,
de espacio
.
La soledad es un refugio para contemplar en el despoblado campo el edificio del hombre, tanto como un conjunto como en su forma individual. En este nexo el alma purifica su esencia y recapacita sus fuerzas. Porque que es una ciudad desalmada? Tu poema, Israel, es ese aislamiento de sanidad y belleza incorruptible. Un gran placer leerte, te felicito.
Abrazos,
E.R. Aristy