PEQUEÑA HISTORIA

[Carmina Martínez]

PEQUEÑA HISTORIA.

SE SENTÓ EN EL SUELO DE LA SALA Y SE PREPARÓ PARA MEDITAR,
TENÍA COSTUMBRE DESDE HACE AÑOS, UNA TÉCNICA QUE APRENDIÓ EN EL TIBET.

CUANDO TERMINABA LA JORNADA DE TRABAJO SEMANAL,
COMO SI FUERA UNA ESPECIE DE RITUAL
SE PREPARABA UN BAÑO CON HIERBAS AROMÁTICAS Y FLORES DE AZAHAR,
DESCARGANDO ASÍ LA TENSIÓN DE SU CUERPO CARNAL.

SENTADA, IBA RELAJANDO LENTAMENTE SU ESPIRITU Y MENTE,
SE SENTÍA COMO EL HUMO, SIN PESO NI CARGAS.

SONÓ EL TIMBRE DE LA PUERTA Y ELLA SE LEVANTÓ,
FUE HACIA LA ENTRADA Y LA PUERTA ABRIÓ.
SE FIJÓ EN UNA FIGURA ALTA, DELGADA Y OJOS DE COLOR AZUCENA
LE SIGUIÓ SIN PENSAR, SIN DECIR NADA, CALLADA,
SUS PIES NO CAMINABAN, FLOTABAN EN EL AIRE. ENTONCES LO SUPO,
CAMINABA HACIA UN MUNDO DIFERENTE, DONDE EL ALMA ANDA LIBREMENTE,
UN MUNDO DE ESPERANZA, SIN DOLOR, NI SUFRIMIENTOS,
DONDE NO HAY SUDOR, CANSANCIO NI DESVELOS,
DONDE EL AMOR PREVALECE ETERNAMENTE.

CARMINA.

Tu historia combina lo bello y lo sencillo con lo tierno.
Muy bueno todo

Abrazos Carmina

lázaro

Gracias Lázaro por tus agradables letras. un abrazo.