Editorial Alaire

Nésthor Olalla escribió:"Quizá me abrace al mar y mame espuma
hasta que el vasallaje del olvido sublime toda el agua
gota a gota. "


Soberbio remate de un excelente poema que exige relectura.


Un gusto, compañero

Ramón Carballal escribió:Una reflexión que se va hilando verso a verso y que se sigue con atención e interés. Me parece un poema muy destacable. Mi felicitación y un abrazo.

Ricardo Serna G escribió:Guillermo Cuesta,

me gustó la forma y el contenido

gracias por compartir tu magnífica poesía


un abrazo fuerte, querido amigo

Gerardo Mont escribió:Estimado poeta, una obra excelente con ese poder de transmisión que cautiva y te caracteriza. Un gran gusto de lectura que nos conduce a la reflexión...Abrazos de amigo.

Marisa Peral escribió:

Guillermo Cuesta escribió:


Gota a gota, consigues atrapar la atención pera que no nos podamos perder estos versos.
Ultimamente noto un cambio en tus poemas... y me gusta.
Un trabajo estupendo, Guillermo, que he disfrutado.
Abrazos.

Josefa A. Sánchez escribió:Sinceros y sentidos versos, que arrastran con su fuerza hasta esa gota final. Un placer venir, sin odio, ni miedo, y si con respeto en el mejor sentido de la palabra.
Un abrazo.
Pepa.

Pilar Morte escribió:Hay sinceridad en tus palabras y una apuesta por la claridad que ennoblece el poema. Toma el camino que desees pero sigue enviando tus versos tan hermosos.
Abrazos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:Me he saturado de mí y me arrepiento. Interceptado por una fuerza oculta
he llegado a decirme que soy producto exclusivo
de mi imaginación.
Ahora duerme la noche desde el reposo disfrazado en sombras .
También me acosan los destellos
deslumbrantes de un sol enrarecido.
Cada día interpreto con firme determinación que puede ser culpable
el sino que me ronda y me señala traicionero.

Hay un cansancio intruso en mis tribulaciones. Presiento
que tengo amortajada la esperanza en toda la circunferencia
de mi entorno.
La hipocresía tuerce su sensualidad y me subyuga por contarlo
y por dejar cerrado el surco y ajada la semilla.
Quizá me ocurre por haber venido en cuerpo humano y a destiempo;
por enquistar las pesadillas,
por no saber desvincularme de mi mismo, de mi exclusividad.

No sé si la palabra es el mejor recado en este instante,
ya que no acierto a traducirla ni a convertir en sentimiento lo que finjo.
No me tengan ni miedo ni odio ni respeto pues soy asustadizo.
No aguanto la mirada ni soy capaz de desplazar los sentimientos
hasta la sima más profunda de un pecado.
Quizá me abrace al mar y mame espuma
hasta que el vasallaje del olvido sublime toda el agua
gota a gota.