Editorial Alaire

Emilio Aparicio escribió:

Ramón Carballal escribió:Allí en el abril una sonda de pétalos. Mi avión
como venas amargas o cuerpos que enseñan su raíz
hermafrodita. Ningún columpio. Solo el río, sereno,
torpe como una planicie de hielo y verdad. Vuela
el auto entre jardines y el pensamiento anticipa
su sombra con los dedos alados de la pregunta.
Un hotel de labios perpetuos, sin maquillaje,
sin lobos ni muerte. Pero hay color y un aroma
a pan recién nacido, a soldados cuyo refugio
es la luz de las alfombras. Nadie duda tras
el silencio de las paredes, jamás un oído triste
reconocerá sus lápices o su oración de bienvenida.
Afuera hay un eco de flores albinas y mil soles
sin explorar. Crece mi juventud en el espejo dorado
de los sueños y no hay canción ni buhardilla
ni oscuros alambres que destrocen su artificio.
Todo viaje es una respuesta-te acuerdas del
reloj, esférico, insomne-. Si tú buscas la herida
hallarás la desnuda efigie de los pasos. Cada
ciudad tiene un rostro de inalcanzable sed
y dentro, en el abismo de los minutos viejos,
canta el cisne, rueda la noria.

Hola, Ramón. Siempre que me paso por aquí cargado con un poema, vengo a verte. No puede ser de otra manera. Y me encuentro siempre con esa poesía delicada, musical y panorámica en el sentido de que el lector puede apreciar ese flujo de la conciencia en todas sus dimensiones. Más áun, me refiero al hecho, de que es este tipo de poesía la que ofrece la oportunidad de captar el ancho, el largo y el alto de ese pensamiento que la conciencia despliega como un ojo interior de sí misma, y de aquello que esa misma conciencia encuentra en el mundo e intenta explicar. No creo que esto sea demasiado claro, me temo... Pero es precisamente en esa inseguridad que uno tiene al avanzar a tientas en la expresión donde radica la fuerza, la pasión e incluso el gusto por el riesgo que supone la expresión poética. La poesía es subjetiva en tanto analiza el mundo desde su atalaya. No pretendemos imponer un raciocinio de la materia pensada, sino más bien crear un espacio propicio para que esa materia pueda ser pensada. Tú creas ese espacio propicio, que algunos llaman, con cierta ironia, subjetividad, y que yo llamo, en mi desfachatez discursiva: realidad poética. Esa cosa maravillosa que la conciencia de un hombre como tú puede darnos.

Perdona esta desfachatez teórica, Ramón, que no alcanza, ni tan siquiera a imaginar la profundidad de tu texto. Un abrazo

javierdicenzo80 escribió:ME PONGO DE PIE Y TODAS LAS VECES QUE SEA NECESARIO YA QUE ERES UNA PLUMA TREMENDA AMIGO RAMON UN HONOR FORMAR PARTE DE ESTOS AUTORES Y SOBRE TODO TU PLUMA DIGNA DE HONOR
JAVIER

Pablo Ibáñez escribió:Ramón,

He llegado a pensar que tienes una memoria prodigiosa, que te acuerdas de cada detalle que has visto en la vida, que los registras a tu manera, se amalgaman dentro de tus registros poéticos y se organizan de una manera original, no cronológica ni temática, ni siquiera lógica, sino POÉTICA, impresionista o abstracta. Así los reflejas en estos ricos discursos llenos de detalles, de matices, que hay que leer como tú pides, no como uno quiere.

Me encanta.

J. J. M. Ferreiro escribió:Entrar en cada uno de tus poemas, amigo Ramón, es adentrarse por universos paralelos donde el lenguaje no es lo que parece, sino que alcanza otros significados, diremos que no es la idea razonada de algo tangible que persigue el significante, sino que se convierte en pincelada sensitiva, color, sugerencia sensorial.

Unha forte aperta, querido amigo.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Allí en el abril una sonda de pétalos. Mi avión
como venas amargas o cuerpos que enseñan su raíz
hermafrodita. Ningún columpio. Solo el río, sereno,
torpe como una planicie de hielo y verdad. Vuela
el auto entre jardines y el pensamiento anticipa
su sombra con los dedos alados de la pregunta.
Un hotel de labios perpetuos, sin maquillaje,
sin lobos ni muerte. Pero hay color y un aroma
a pan recién nacido, a soldados cuyo refugio
es la luz de las alfombras. Nadie duda tras
el silencio de las paredes, jamás un oído triste
reconocerá sus lápices o su oración de bienvenida.
Afuera hay un eco de flores albinas y mil soles
sin explorar. Crece mi juventud en el espejo dorado
de los sueños y no hay canción ni buhardilla
ni oscuros alambres que destrocen su artificio.
Todo viaje es una respuesta-te acuerdas del
reloj, esférico, insomne-. Si tú buscas la herida
hallarás la desnuda efigie de los pasos. Cada
ciudad tiene un rostro de inalcanzable sed
y dentro, en el abismo de los minutos viejos,
canta el cisne, rueda la noria.

Tu prolifoca pluma nos regala otra maravilla. El instrumento del lenguaje en tus manos es una musica evocadura e inquietante.

Abrazos,
ERA

Gerardo Mont escribió:Estimado amigo, realmente un gusto viajar en la nave de tus versos por esos mundos que creas o describes en imágenes y metáforas originales y exquisitas, que despiertan la sensibilidad del lector y luego-en ese orden- la razón, se apropia de lo sentido e indaga en el paralelismo de tus mundos y los propios, en la semejanza de la misma dirección. Me fascina ese viaje, poeta, sin códigos, interiorizando en el reino de las musas...Creo que es más poético y creativo que la receta inversa, que nos puede llevar al simple adorno de la razón. Mis abrazos de amigo.

Juan Fionello escribió:El paisaje exterior y el paisaje interior perfectamente sincronizados, Ramón. Un lujo, como de costumbre.

Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Creo que ya te he dicho que percibo tus poemas como cuadros en el que cada linea te lleva a una visión diferente del conjunto. Un placer presenciarlo.
Un abrazo.
Pepa