Editorial Alaire

Jerónimo Muñoz escribió:Innavegable mar si es pura vida,
pobladas las orillas de lentas lejanías,
los fondos tapizados de torpes cuerpos vacuos,
sobrevivir sin alma, igual que un tallo roto.
Volé de nube abajo con alas dolorosas,
cruzando los susurros ascendentes,
las hojas de los libros sin sus versos,
las manos infinitas,
los árboles del cielo,
los ojos que miraban.
Volé por los espacios en progresión de hondura,
silentes las gaviotas de gris indiferencia,
aullantes de mentiras los moralistas lúbricos,
los mágicos consejos asidos a mi espalda,
espumas todas sucias que mojaban,
pesaban,
manchaban.
Y amerizar, flotando en subsistencias,
y tripular la nave de pútrido velamen
(llorar a solas,
sobrevivir sin alma, sin caricias),
innavegable mar.

A primera página con los tesoros.

Rosario Alonso escribió:Ufff Jerónimo. Ese mar innavegable, lleno de obstáculos, de desazón, de sinsabores me deja maravillada precisamente por esa tristeza que me transmite Es una maravilla, amigo. Lo bueno de un poema es que no sea indiferente y el tuyo, amigo, no lo es.

Un besazo primor.

Rosarioooo!
¿Dónde estás? ¿Qué es de tu vida? ¿Por qué no apareces por aquí?
Si me lees, cuelga algún poema tuyo para que todos, y yo especialmente, disfrutemos de tu hermoso talento.
No te doy las gracias porque sé que es tarde, pero te recuerdo y te sigo admirando.
Otro besazo para ti.
Jerónimo

Un poema magnífico que enfrenta mar y vida, pareciendo lo mismo. En su inmensa belleza tiene un aire triste, mas la tristeza, poéticamente hablando, también es hermosa. Y estos versos son profundamente hermosos.

Enhorabuena.

Un abrazo.

Un maravilloso poema pero duro para sobrellevar la vida. Me encantó.
Abrazos
Pilar

Como dice Julio, un poema duro, quizá de los más duros que te he leído, pero bello por su riqueza artística, por su hondura lírica, por la valentía humana.

Un fuerte abrazo, joven viejo amigo.

Intensidad que duele y transcurre sensible y sobrecogedora querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Jerónimo Muñoz escribió:Innavegable mar si es pura vida,
pobladas las orillas de lentas lejanías,
los fondos tapizados de torpes cuerpos vacuos,
sobrevivir sin alma, igual que un tallo roto.
Volé de nube abajo con alas dolorosas,
cruzando los susurros ascendentes,
las hojas de los libros sin sus versos,
las manos infinitas,
los árboles del cielo,
los ojos que miraban.
Volé por los espacios en progresión de hondura,
silentes las gaviotas de gris indiferencia,
aullantes de mentiras los moralistas lúbricos,
los mágicos consejos asidos a mi espalda,
espumas todas sucias que mojaban,
pesaban,
manchaban.
Y amerizar, flotando en subsistencias,
y tripular la nave de pútrido velamen
(llorar a solas,
sobrevivir sin alma, sin caricias),
innavegable mar.

Impresionante escrito compañero.
Me ha encantado leerte en mi tarde.
Un abrazo fuerte.

Rafel Calle
Luis Oroz
Alonso de Molina
Sara Castelar Lorca
Ricardo Serna
Josefa A. Sánchez
José Manuel F. Febles
Juan Pablo
Después de diez años de tan hermosos comentarios, vengo a pediros perdón por mi indolencia a la hora de responderos, y a daros las gracias, amigos todos (ahora sí viejos amigos), por la deferencia que un día tuvisteis conmigo.
Y a ti, Hallie, sol que aclaró siempre las negras nubes de apatía por las que volaba, vaya, junto a mi agradecimiento, la expresión más sincera de mi afecto y admiración.
Un fuerte abrazo a los que aún estéis por aquí.
Jerónimo

Ramón Castro Méndez escribió:Un poema magnífico que enfrenta mar y vida, pareciendo lo mismo. En su inmensa belleza tiene un aire triste, mas la tristeza, poéticamente hablando, también es hermosa. Y estos versos son profundamente hermosos.

Enhorabuena.

Un abrazo.

De verdad que celebro mucho la acogida que das a mi poema.
Gracias, Ramón. Muy sinceras.
Abrazos.
Jerónimo

Me gustó mucho el poema. Sentí bella y hermosa su tristeza de la carne. Se sienten en él las palabras. Gracias por compartirlo.

Saludos

Pilar Morte escribió:Un maravilloso poema pero duro para sobrellevar la vida. Me encantó.
Abrazos
Pilar

La vida es dura, pero solo en ocasiones más o menos largas. Sobrellevemos los episodios difíciles que, al igual que los gratos, son transitorios. Disfrutemos de estos últimos y, cuando sobrevengan los otros, cobijémosnos en el manto dulce de la esperanza.
Gracias por tus palabras, Pilar.
Un fuerte abrazo.
Jerónimo