Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:

José Manuel Sáiz escribió:Un paso atrás cuando camino


Yo persigo el silencio de los bosques,
el rumor de los valles y la paz
que duerme en lo olvidado.

Entiendo por silencio el canto
del pájaro en el cielo,
el sonido del eco en las montañas
o el susurro profundo de los ríos;
y por paz
digamos la manera en que se miran
los niños en los ojos de las madres.

Del resto yo me escondo.

Me escondo por ejemplo de los gritos
que rompen la concordia con el aire.
Me escondo del enredo y los rumores
que me hablan de una luz sin armonía.
Me escondo del silbido de la bala, el relámpago,
del siseo traidor de la serpiente.
Me escondo de las cosas y los hombres
que apenas dejan rastro
ni fruto en esta vida.

Por eso a veces doy un paso
atrás cuando camino
y dejo que mi sombra y mi inercia se distancien.
Así despisto al ángel que llevo a mis espaldas
y me convierto en una imagen
al amparo de ella misma.

Y si me encuentro triste, muy, muy triste,
acaso demasiado triste y solo,
de nuevo doy un salto
detrás de mi fantasma; y pido
que un amigo, o el recuerdo de mi perro,
me acompañen.



--oOo--

Mi admiracion y respeto POETA. Un poema sabio, hermoso. Leerte para mi es siempre como un bano de rio. Abrazos,
ERA

Josefa A. Sánchez escribió:Me gustas en ese esconderse de lo que perturba y mina el espíritu y saberte ademas acompañar es ese paso ¿atrás? de te mismo y los recuerdos de lo que amas. Un privilegio disfrutar tus versos.
Un abrazo.
Pepa

José Manuel Sáiz escribió:UN PASO ATRÁS CUANDO CAMINO


Yo persigo el silencio de los bosques,
el rumor de los valles y la paz
que reina en los caminos.

Entiendo por silencio el canto
del pájaro en el cielo,
el sonido del eco en las montañas
y el susurro profundo de los ríos;
y por paz
digamos la manera en que se miran
los padres en los ojos de sus hijos.

Del resto yo me escondo.

Me escondo por ejemplo de los gritos
que rompen la concordia con el aire.
Me escondo del enredo y los rumores
que desprenden rencor sin armonía.
Me escondo del silbido de la bala, el relámpago,
del siseo traidor de la serpiente.
Me escondo de las cosas y los hombres
que nunca dejan rastro
ni fruto en esta vida.

Por eso a veces doy un paso
atrás cuando camino
y dejo que mi sombra y mi inercia se adelanten.
Así despisto al ángel que llevo a mis espaldas
y me convierto en una imagen
al margen de mí mismo.

Y si me encuentro triste, muy, muy triste,
acaso demasiado triste y solo,
de nuevo doy un salto detrás de mi fantasma;
y pido que un amigo, o la nostalgia
que tengo por mi perro, me acompañen.

--oOo--

Rafel Calle escribió:Arriba con este hermoso poema de José Manuel.