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Publicado: Lun, 04 Jul 2011 14:38
por Guillermo Cumar.
Tampoco es tan negativo ver encenderse la noche
y despertar viendo aparecer algún futuro.

Un abrazo

Guillermo

Re: re: La escalera de Jacob

Publicado: Mar, 05 Jul 2011 19:24
por Ramón Carballal
Mario Martínez escribió:Hola Ramón.
Esa "Escalera de Jacob", me ha parecido un tanto triste, pero como siempre, insuperablemente bien escrita, amigo mío. Un gusto siempre pasar por tus versos. Abrazos.
Mario.
Gracias, Mario, por dejarme tu comentario. Un abrazo.

Publicado: Mié, 06 Jul 2011 12:52
por J. J. Martínez Ferreiro
Como siempre una fiesta de la palabra hecha imagen. En tu poesía total la frase o la imagen no es puente para llegar, sino que es la llegada misma, sin inicio ni camino concreto que la llevó allí.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

Re: La escalera de Jacob

Publicado: Mié, 06 Jul 2011 18:57
por lazaro Habana
Ramón Carballal escribió:Una semilla que se abre en pétalos y dos caras
sin reflejo.

Guerras en el vientre de la virtud,
gloria y destino en el porvenir.

Mi nombre es silencio y mis ágiles alas golondrinas de luz.

Mi hermano teme a su piel, caza en la sombra
como un jabato o una serpiente y llega con las fauces
heridas y el resplandor en los sueños.

Yo tengo lo que nadie desea, un músculo sin aromas,
el hambre disfrazada en los colmillos del azar.

Esaú, hermano, tu vigilas la herencia de los dioses
e inflamas el soliloquio del cazador, su augusta cabeza de niño.

Te vendes, me vendes al lento paso de la infancia
-algo en ti no comprende el regalo, la magnificencia del óbolo-.

Hoy desvistes el círculo que se agita, un oasis escogido
por las madres que provoca el cúmulo inmortal del incienso.

Mi otra mitad es un sol azul, no hay latidos en su cabello,
ni pueden las luciérnagas imaginar un soplo de misterio
en lo que duda, en lo que miente.

Mi perdón son la vértebras del destino, collares y más collares
hasta conocer el lugar, la infinita escalera sin número.

No hay héroes tras el cristal blanco, conozco la ansiedad, el crisol
impotente del futuro, mi estirpe sin llagas, esta vida rota
que ha encendido tu noche.
Grandes versos del final de un extraordinario poema.
Ha y sublimidad, eso es poesía

Bravo Ramón


abrazos


lázaro

Publicado: Mié, 06 Jul 2011 19:04
por Miguel Alcantud
Un autentico placer desfilar por estas lineas. Profundo, duro, genial. Enhorabuena compañero

re: La escalera de Jacob

Publicado: Mié, 06 Jul 2011 22:43
por Ramón Ataz
Tuve oportunidad de leer esta maravilla de poema el otro día, pero ando fatal de tiempo y no pude dejar mi comentario. Te he leído algunos poemas que toman mitos como motivo póético, y reconozco que me seducen muchísimo, puesto que la mitología y las religiones es uno de mis temas favoritos.
Al unir la grandeza de tu estilo a la grandeza del mito surge una obra arrebatadora.

Un abrazo.

Re: La escalera de Jacob

Publicado: Jue, 07 Jul 2011 21:47
por Aubriel Camila de la Prad
Ramón Carballal escribió:Una semilla que se abre en pétalos y dos caras
sin reflejo.

Guerras en el vientre de la virtud,
gloria y destino en el porvenir.

Mi nombre es silencio y mis ágiles alas golondrinas de luz.

Mi hermano teme a su piel, caza en la sombra
como un jabato o una serpiente y llega con las fauces
heridas y el resplandor en los sueños.

Yo tengo lo que nadie desea, un músculo sin aromas,
el hambre disfrazada en los colmillos del azar.

Esaú, hermano, tu vigilas la herencia de los dioses
e inflamas el soliloquio del cazador, su augusta cabeza de niño.

Te vendes, me vendes al lento paso de la infancia
-algo en ti no comprende el regalo, la magnificencia del óbolo-.

Hoy desvistes el círculo que se agita, un oasis escogido
por las madres que provoca el cúmulo inmortal del incienso.

Mi otra mitad es un sol azul, no hay latidos en su cabello,
ni pueden las luciérnagas imaginar un soplo de misterio
en lo que duda, en lo que miente.

Mi perdón son la vértebras del destino, collares y más collares
hasta conocer el lugar, la infinita escalera sin número.

No hay héroes tras el cristal blanco, conozco la ansiedad, el crisol
impotente del futuro, mi estirpe sin llagas, esta vida rota
que ha encendido tu noche.




"No hay héroes tras el cristal blanco, conozco la ansiedad, el crisol
impotente del futuro, mi estirpe sin llagas, esta vida rota
que ha encendido tu noche."

Hace días que quiero "subir esta escalera" pero el señor tiempo no me lo permitía.
Bellísimo, Ramón! Y no voy a decir nada de tus imágenes, ya no encuentro adjetivo para ellas, pero que me fascinan, me fascinan ...

Besos.

Re: re: La escalera de Jacob

Publicado: Dom, 10 Jul 2011 8:45
por Ramón Carballal
jose junco escribió:Hermosas imágenes las que nacen de este poema tan bien elaborado. Un abrazo.Pepe Junco

Gracias, Pepe, por tus amables palabras. Un abrazo.

Publicado: Dom, 10 Jul 2011 8:46
por Ramón Carballal
Candela Martí escribió:Ramón, un poema lleno de imágenes reflexivas y magistralmente expresadas con tu voz poética. Mi aplauso.

Un abrazo.

Candela

Muchas gracias, Candela, por esas palabras que me dejas. Un abrazo.

Re: La escalera de Jacob

Publicado: Dom, 10 Jul 2011 8:47
por Ramón Carballal
Begoña Egüen escribió:
Ramón Carballal escribió:Una semilla que se abre en pétalos y dos caras
sin reflejo.

Guerras en el vientre de la virtud,
gloria y destino en el porvenir.

Mi nombre es silencio y mis ágiles alas golondrinas de luz.

Mi hermano teme a su piel, caza en la sombra
como un jabato o una serpiente y llega con las fauces
heridas y el resplandor en los sueños.

Yo tengo lo que nadie desea, un músculo sin aromas,
el hambre disfrazada en los colmillos del azar.

Esaú, hermano, tu vigilas la herencia de los dioses
e inflamas el soliloquio del cazador, su augusta cabeza de niño.

Te vendes, me vendes al lento paso de la infancia
-algo en ti no comprende el regalo, la magnificencia del óbolo-.

Hoy desvistes el círculo que se agita, un oasis escogido
por las madres que provoca el cúmulo inmortal del incienso.

Mi otra mitad es un sol azul, no hay latidos en su cabello,
ni pueden las luciérnagas imaginar un soplo de misterio
en lo que duda, en lo que miente.

Mi perdón son la vértebras del destino, collares y más collares
hasta conocer el lugar, la infinita escalera sin número.

No hay héroes tras el cristal blanco, conozco la ansiedad, el crisol
impotente del futuro, mi estirpe sin llagas, esta vida rota
que ha encendido tu noche.


Un magnífico poema... en toda la extensión de la palabra... como todos los que realizas estimado amigo. Ha sido un placer leerte.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña, me alegra que te guste el poema. Un abrazo.

Re: re: La escalera de Jacob

Publicado: Dom, 10 Jul 2011 8:48
por Ramón Carballal
Just Gafar escribió:Yo tengo lo que nadie desea, un músculo sin aromas,


el hambre disfrazada en los colmillos del azar.



Qué te digo Ramón, una barbaridad, una barbaridad de palabra la que se teje bajo tu nombre.

No se le puede pedir màs a la noche.

abrazos

Eres muy amable, Just. Muchas gracias por leerme y comentar. Un abrazo.

Publicado: Dom, 10 Jul 2011 20:03
por Ramón Carballal
Guillermo Cuesta escribió:Tampoco es tan negativo ver encenderse la noche
y despertar viendo aparecer algún futuro.

Un abrazo

Guillermo

Muy cierto lo que dices. Gracias por la lectura y el comentario. Un abrazo.

Publicado: Jue, 14 Jul 2011 19:27
por Ramón Carballal
J. J. M. Ferreiro escribió:Como siempre una fiesta de la palabra hecha imagen. En tu poesía total la frase o la imagen no es puente para llegar, sino que es la llegada misma, sin inicio ni camino concreto que la llevó allí.

Un fuerte abrazo, querido amigo.
Gracias, J.J.,por tus amables palabras. Unha aperta.

Re: La escalera de Jacob

Publicado: Jue, 14 Jul 2011 19:27
por Ramón Carballal
lazaro Habana escribió:
Ramón Carballal escribió:Una semilla que se abre en pétalos y dos caras
sin reflejo.

Guerras en el vientre de la virtud,
gloria y destino en el porvenir.

Mi nombre es silencio y mis ágiles alas golondrinas de luz.

Mi hermano teme a su piel, caza en la sombra
como un jabato o una serpiente y llega con las fauces
heridas y el resplandor en los sueños.

Yo tengo lo que nadie desea, un músculo sin aromas,
el hambre disfrazada en los colmillos del azar.

Esaú, hermano, tu vigilas la herencia de los dioses
e inflamas el soliloquio del cazador, su augusta cabeza de niño.

Te vendes, me vendes al lento paso de la infancia
-algo en ti no comprende el regalo, la magnificencia del óbolo-.

Hoy desvistes el círculo que se agita, un oasis escogido
por las madres que provoca el cúmulo inmortal del incienso.

Mi otra mitad es un sol azul, no hay latidos en su cabello,
ni pueden las luciérnagas imaginar un soplo de misterio
en lo que duda, en lo que miente.

Mi perdón son la vértebras del destino, collares y más collares
hasta conocer el lugar, la infinita escalera sin número.

No hay héroes tras el cristal blanco, conozco la ansiedad, el crisol
impotente del futuro, mi estirpe sin llagas, esta vida rota
que ha encendido tu noche.
Grandes versos del final de un extraordinario poema.
Ha y sublimidad, eso es poesía

Bravo Ramón


abrazos


lázaro
Gracias, Lázaro, por tu generoso comentario. Un abrazo.

Publicado: Jue, 14 Jul 2011 19:28
por Ramón Carballal
Miguel Alcantud escribió:Un autentico placer desfilar por estas lineas. Profundo, duro, genial. Enhorabuena compañero
Gracias, Miguel, me alegra que te guste el poema. Un abrazo.