Cantos de Erato
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- Isabel Moncayo
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Re: re: Cantos de Erato
Pilar Morte escribió:Qué gusto encontrarme con esta belleza que palpita en ternura en cada verso. Me encantó leerte, todo un placer
Abrazos
Pilar
Gracias,Pilar, saludos después de las vacaciones, espero ponerme al día en el foro, un abrazo
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Guillermo Cuesta escribió:Amiga Isabel, magníficas figuras de sensualidad abierta
al deseo y al amor intenso.
Un abrazo
Guillermo
Gracias, Guillermo, me alegra saber que te ha gustado mi poema, un abrazo
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Re: re: Cantos de Erato
Aubriel Camila de la Prad escribió:Sensual y delicado al mismo tiempo. Un poema hermoso, Isabel.
Un gusto leerte.
Besos.
el gusto es mío, Aubriel, me encanta tu nombre, un cordial abrazo.
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Alberto de la Mata escribió:Un gusto leer tan hermoso poema. El erotismo en trazos suaves y naturales.
Un saludo cordial.
Gracias, Alberto, por dejar tu amable huella, un abrazo
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Re: Cantos de Erato
Marisa Peral escribió:Isabel Moncayo escribió:Hay en este prólogo un suspiro enamorado,
palpita el corazón su vendimia solazada.
Tus manos de cítara
desvisten mis cantos de Erato
y los eriales se colman de aromados manzanales,
me recorres despacio
trepando enredadera coronando mis girasoles
con el racimo cálido de tu lengua,
-anidan en pétalos las golondrinas-
alojando en mi vientre licores de malvasía.
En la embriagada vereda de tu mies sembrada
un retoce de besos de la fontana de tu boca
anticipa la danza de la primavera.
Y soy dogal de muslos en tu cintura de barcarola
cuando despeinas las estrellas que dormitaban en mi playa.
Al compás del deseo tu excelsa hermosura
se desgrana en vaivenes que redimen las acacias,
brotando al unísono la flor de los cerezos.
*
Todo dulzura y delicada sensualidad, Isabel, estos versos que resalto me parecen preciosos.
Un placer, como siempre.
Un beso.
Gracias, Marisa, espero ponerme al día enseguida y corresponder con las lecturas, un beso.
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Álvaro Pieras escribió:He disfrutado de este hermoso poema. Con mi felicitación un saludo cordial.
Gracias, Álvaro, un placer encontrarte en mis humildes letras, un abrazo.
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Simón Vera escribió:Un gusto leer este poema de lenguaje hermoso y elegante. Felicitaciones.
Un saludo cordial.
Pienso humildemente que en la poesía erótica y sensual no cabe otra clase de lenguaje, claro, para gustos hay colores, me alegra saber que te ha gustado, Simón, un abrazo cordial.
Ya está callada la Luna y quieta sobre el lago, clara en todos los caminos. Tú, eres el verso, amado mío, yo, sólo palabra.
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Re: Cantos de Erato
Eros y Natura se conjuran para configurar un poema más que plausible.Isabel Moncayo escribió:Hay en este prólogo un suspiro enamorado,
palpita el corazón su vendimia solazada.
Tus manos de cítara
desvisten mis cantos de Erato
y los eriales se colman de aromados manzanales,
me recorres despacio
trepando enredadera coronando mis girasoles
con el racimo cálido de tu lengua,
-anidan en pétalos las golondrinas-
alojando en mi vientre licores de malvasía.
En la embriagada vereda de tu mies sembrada
un retoce de besos de la fontana de tu boca
anticipa la danza de la primavera.
Y soy dogal de muslos en tu cintura de barcarola
cuando despeinas las estrellas que dormitaban en mi playa.
Al compás del deseo tu excelsa hermosura
se desgrana en vaivenes que redimen las acacias,
brotando al unísono la flor de los cerezos.
*
Mi abrazo
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Re: Cantos de Erato
Isabel Moncayo escribió:Hay en este prólogo un suspiro enamorado,
palpita el corazón su vendimia solazada.
Tus manos de cítara
desvisten mis cantos de Erato
y los eriales se colman de aromados manzanales,
me recorres despacio
trepando enredadera coronando mis girasoles
con el racimo cálido de tu lengua,
-anidan en pétalos las golondrinas-
alojando en mi vientre licores de malvasía.
En la embriagada vereda de tu mies sembrada
un retoce de besos de la fontana de tu boca
anticipa la danza de la primavera.
Y soy dogal de muslos en tu cintura de barcarola
cuando despeinas las estrellas que dormitaban en mi playa.
Al compás del deseo tu excelsa hermosura
se desgrana en vaivenes que redimen las acacias,
brotando al unísono la flor de los cerezos.
*
Tesoro de la biblioteca Alaire.
porque yo que nunca pisé otro camino que el de tu luz
no tengo más sendero que el que traza tu ojo dorado
sobre el confín oscuro de este mar sin orillas."
El faro, Ramón Carballal