Editorial Alaire

Mario Martínez escribió:Hola Miguel.
Una dulce cadena perpetua, amigo mío. Hermoso poema. Abrazos.
Mario.

Abel Sal escribió:Las imágenes parecen envolver las letras de este poema. Creo que de eso se trata poesía. Un placer leer estos versos. El estilo: de los que me gustan y elijo.
Un abrazo.
Abel.

Miguel Alcantud escribió:Quiero vestirte esta mañana, de domingo,
ponerte el sol por bandolera
y caminar contigo de la mano
hacia el azul fugaz de los cielos de abril.

Quiero sentir al paso
que nos miran,
que se cierran las bocas y los ojos
se abren al sueño deseado de tenerte

Quiero escuchar tu voz de seda y plata
redondeando el eco de las fuentes
entre rumores de brisa y perfumes tempranos.

Quiero bailar tu mano con mi mano
y escribir juntos palabras de ternura,
amarrado a tu cintura como la hiedra,
esculpido en la piedra de tu talle,
y tu valle y mi rio se harán
verano callado y somnoliento,
y el tiempo pasará.

Quiero sentir tus labios
pintar de encaje mi sonrisa,
deslizarme en las nieves de tu boca
hacia la cálida entraña de nuestro miedo,
y volverme cristal opaco a las miradas
y a los reproches,
escribiendo la noche a impulsos de poesía.

Quiero sentirte mía y tuyo
al mismo tiempo y que nos juzgue el sol
unidos para siempre,
y nos condene a la muerte en un instante,
o a la dulce eternidad
de vivir encadenados.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Miguel Alcantud escribió:Quiero vestirte esta mañana, de domingo,
ponerte el sol por bandolera
y caminar contigo de la mano
hacia el azul fugaz de los cielos de abril.

Quiero sentir al paso
que nos miran,
que se cierran las bocas y los ojos
se abren al sueño deseado de tenerte

Quiero escuchar tu voz de seda y plata
redondeando el eco de las fuentes
entre rumores de brisa y perfumes tempranos.

Quiero bailar tu mano con mi mano
y escribir juntos palabras de ternura,
amarrado a tu cintura como la hiedra,
esculpido en la piedra de tu talle,
y tu valle y mi rio se harán
verano callado y somnoliento,
y el tiempo pasará.

Quiero sentir tus labios
pintar de encaje mi sonrisa,
deslizarme en las nieves de tu boca
hacia la cálida entraña de nuestro miedo,
y volverme cristal opaco a las miradas
y a los reproches,
escribiendo la noche a impulsos de poesía.

Quiero sentirte mía y tuyo
al mismo tiempo y que nos juzgue el sol
unidos para siempre,
y nos condene a la muerte en un instante,
o a la dulce eternidad
de vivir encadenados.

Sube para deleite de todos.

Mario Martínez escribió:Hola Miguel.
Una dulce cadena perpetua, amigo mío. Hermoso poema. Abrazos.
Mario.

Israel Liñán escribió:Precioso poema, los versos se deslizan al leerlo.

Un abrazo