Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió:
Sus ojos miran a lo más lejano: las arrugas del tiempo,
esos planos sobre planos que nos llevan al estío
y que explican lo que tú ya conoces, este devenir
silencioso que derrota los días con la absoluta frialdad
de los cuchillos perfectos.

Ramón Carballal escribió:Múltiples artilugios de precisión intacta
invitan al juego, a la meditación o al descubrimiento.
Es el mundo quien gira como una gran cabeza
pulimentada mientras la vida golpea en su cáscara
oval de transparente fulgor. Es algo más que un
muestrario de leyes físicas lo que observas: aquí viven
espejos sin nombre, cortinas de sueño o la esencia
de un mar de plástico jamás navegado. Hay viento
y cristal, imanes y temblor, también golondrinas
que antes fueron estatua de pájaro, chimeneas sin
color, refracciones que la luz convierte en teatro
de manos rojas. ¿Alrededor de qué ejes las monedas
caen en su forma original, porqué la inercia de los
cometas nos perdona a nosotros que ya no ansiamos
fe ni futuro? En la génesis de este edificio -en esa
cruz helicoidal que en sus cabellos luce estalactitas-
las preguntas viajan como estrellas sin vértigo.
Un hombre levanta su dedo hacia el resplandor, no
admite otra cosa que la evidencia del candil y la bruma.
Sus ojos miran a lo más lejano: las arrugas del tiempo,
esos planos sobre planos que nos llevan al estío
y que explican lo que tú ya conoces, este devenir
silencioso que derrota los días con la absoluta frialdad
de los cuchillos perfectos.

Abel Mata escribió:Un gusto reflexionar con tan bellas y potentes metáforas. Felicitaciones y un saludo cordial.

Candela Martí escribió:Ramón, siempre es una sutil y provechosa experiencia pasar a leerte. Te dejo mi felicitación por este poema tan lleno de reflexiones.

Un saludo cordial.

Israel Liñán escribió:Un poema lleno de reflexiones que te hacen reflexionar a su vez, con tu innegable calidad y saber hacer, todo un lujo Ramón.

Un abrazo.

javierdicenzo80 escribió:Eres también un pensador Ramon como digo una de nuestras Plumas de alaire
javier

Ignacio Mincholed escribió:Saludos, Ramón.
A cada verso de este poema una sugerencia conformando una puesta en escena que no conluye, abierta en los hemisferios.

Esta sensación abierta que trasnmites es el testigo de cargo que tan caro resulta a la poesía si se diluye. Y no es el caso, digo, al contrario; toma todas las características de cada clave poética como cuando dices:

"las preguntas viajan como estrellas sin vértigo."

Ahí se mueve el misterio.

Felicidades y un abrazo,
Ignacio

Juan Fionello escribió:Otro prodigio de concisión y exuberancia metafórica, en este caso en el terreno de la meditación. Impresionante. El poema tiene algunas imágenes que tocan la cumbre de tu camino poético, Ramón.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
Sus ojos miran a lo más lejano: las arrugas del tiempo,
esos planos sobre planos que nos llevan al estío
y que explican lo que tú ya conoces, este devenir
silencioso que derrota los días con la absoluta frialdad
de los cuchillos perfectos.

Y ¿qué te digo yo ahora? sería repetir lo que ya te han dicho los compañeros.
Tu poesía me envuelve y me lleva -como si fuese en una montaña rusa- de principio a fin de tus versos que alguien bautizó un día como "torrenciales"
Una meditación estupenda que he disfrutado.
Un abrazo.

Mario Martínez escribió:Hola Ramón.
Una certera y profunda meditación sobre el tiempo que me encantó, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

Isabel Moncayo escribió:

Ramón Carballal escribió:Múltiples artilugios de precisión intacta
invitan al juego, a la meditación o al descubrimiento.
Es el mundo quien gira como una gran cabeza
pulimentada mientras la vida golpea en su cáscara
oval de transparente fulgor. Es algo más que un
muestrario de leyes físicas lo que observas: aquí viven
espejos sin nombre, cortinas de sueño o la esencia
de un mar de plástico jamás navegado. Hay viento
y cristal, imanes y temblor, también golondrinas
que antes fueron estatua de pájaro, chimeneas sin
color, refracciones que la luz convierte en teatro
de manos rojas. ¿Alrededor de qué ejes las monedas
caen en su forma original, porqué la inercia de los
cometas nos perdona a nosotros que ya no ansiamos
fe ni futuro? En la génesis de este edificio -en esa
cruz helicoidal que en sus cabellos luce estalactitas-
las preguntas viajan como estrellas sin vértigo.
Un hombre levanta su dedo hacia el resplandor, no
admite otra cosa que la evidencia del candil y la bruma.
Sus ojos miran a lo más lejano: las arrugas del tiempo,
esos planos sobre planos que nos llevan al estío
y que explican lo que tú ya conoces, este devenir
silencioso que derrota los días con la absoluta frialdad
de los cuchillos perfectos.

Tus poemas también invitan a la meditación, las arrugas del tiempo nos siguen hablando del pasado, siempre me encandila esta filosofía tuya de la vida, y más el cómo nos lo cuentas.

Un abrazo.

Susa Campos escribió:He disfrutado mucho tu poema, Ramón, me parece lleno de sensibilidad y como siempre las metáforas son galácticas.
Un abrazo.