Editorial Alaire

Josefa gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Hola Rafael.
Un poema triste, quizá, pero de recomendable lectura. Me gustó. Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Sara Melisa gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Rafael Valdemar escribió:

Soy viento, sed, palabra...
cascada de nostalgia que se vierte
en los recodos deshabitados del tiempo.
Hombre en plenitud vacío
que desde el alba al ocaso camina
y en su equipaje lleva
el pulso adormecido de la sangre
y la rabia del silencio
que intimida la voz a la esperanza.

Un documento de soledad
aquí os traigo, en carne viva
me grita su inquietud,
y este vértigo de exilio y muerte
que se filtra incisivo por mi piel
y ocupa el pálpito de la vida,
alli donde se cita el corazón
con su anatema
y nace el reflejo de un dolor
que hostiga a su latido.

Para reconstruir mi orígen
un remanente de arcilla sólo queda;
con él moldearé mi aliento, mi utopía...
y acercaré a los sueños un horizonte nuevo,
antes de que la herida del fracaso
sobre el amanecer del futuro
extienda su gangrena
y llegue el porvenir con su guadaña.

Rafael todo el poema es una maravilla, un lamento de lo que No le gusta ser al poeta pero... hay preciosos versos llenos de esperanza y fuerza que YA tiene el poeta.
Felicidades y gracias por compartirlo.
Un abrazo.

Antonia gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Antonia gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

saludos

rafael

Isabel gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

saludos
rafael

Ricardo gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de ello

saludos

rafael

El poema es una melancólica pero hermosa introspección, un gusto leerte, Rafael.
Con mis saludos cordiales.

Estoy encantada con la lectura de tu poema, me gustó. Un saludo cordial.

Juan gracias por leer el poema y dejar constancia de ello

saludos

rafael

La tristeza al desnudo en hermosos versos, me gustó. Un saludo.

Es necesario fortalecer la vida
con aquel alimento que aparece en el camino.
Así se va haciendo el yo, aunque tropiece dos veces en la misma piedra.

Un abrazo

Guillermo