E. R. Aristy escribió:Zulema
Quedémonos desnudos,
¿quién va a sospechar que nos quitamos la venda de los ojos
y las hojas que cubrían nuestros pubis?
deja que te explore el vientre,
no tenemos nada más que hacer afuera,
nada más que mirarnos soslayadamente
y hacer que pase la ilusión del Tiempo,
que se entreabran lentamente tus pestañas,
eso, eso es lo último que quiero sentir
cuando me rinda el cansancio,
tus ojos extraviados mirando qué sé yo qué cosa
de mis ojos tristes.
E. R. Aristy
Una joya. En este bellísimo trabajo de tono lírico y absolutamente contemporáneo, se hace real, a mi parecer, el poema como vehículo de empatía trascendental. Diría que al terminar la lectura, luego de disiparse lentamente los efectos impactantes de la luz que se nos ha revelado, nos decimos: "cuánto querría, yo también, con mi propia lámpara alumbrar ". Cuánto querría yo también llegar a este grado de iluminación, de "inspiración", por supuesto que desde una óptica sana de camaradería. Sabemos que muy pocas veces logramos alcanzar vuelos tan altos así. El final es de una encantadora polisemia, un lujo de remate que a mí me ha dejado perplejo, fascinado. Te aplaudo con ganas, mi querida amiga.
Un abrazo.
Óscar