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Josefa
Publicado: Mar, 01 Feb 2011 20:23
por José Manuel Sáiz
Josefa A. Sánchez escribió:Me inquieta
esa larga quietud de las estatuas.
Me parece que fuera
asomarse a un espejo
muy lejano y con manchas herrumbrosas.
Me perturba su gesto pensativo,
su sonrisa perpetua
o su rictus de eterna permanencia.
Soy yo la que está ahí, pero no estoy
como no permanezco en el espejo
si dejo de mirarlo...
Me ha llegado tu poema. Muy hondamente.
Un abrazo.
Pepa
Bonitos, no, preciosos esos versos de tu preambulo.
Muchas gracias por tu comentario, amiga.
Un abrazo.
J. manuel
Re: re: Difícil mundo...
Publicado: Lun, 07 Feb 2011 19:59
por José Manuel Sáiz
Gabriela Cobian escribió:Las comparaciones que haces sobre la condición humana, me parecen tan acertadas, porque a veces el hombre se olvida de sentir y se forma una coraza tan fuerte como la cal. Me ha gustado mucho, ha sido un deleite pasar a la orilla de tus letras.
Un abrazo
Gabriela
Gracias Gabriela. Bonito tu comentario.
Un abrazo.
J. manuel
Publicado: Mié, 09 Feb 2011 16:58
por Miguel Santillana
Unos versos muy llegadores a los que no les faltan el buen hacer técnico con los encabalgamientos muy bien plasmados y las imágenes rotundas y hermosas.
Mis felicitaciones con un abrazo, José Manuel.
Publicado: Mié, 09 Feb 2011 21:03
por Javier Dicenzo
Manuel, querido manuel, tienes una sensibilidad tremenda, que es lo que te ocurre? si el mundo es duro como esas estatuas que nombras.
javier
Re: Difícil mundo...
Publicado: Dom, 13 Feb 2011 21:50
por E. R. Aristy
José Manuel Sáiz escribió:"...se mueven como buzos en el fondo del silencio".
Gabriel Celaya
Difícil mundo el de la carne viva, proclaman
sin palabras sus mentes de arenisca.
Desde sus peanas nos ven pasar fugazmente;
y nos oyen; y nos desprecian (o miran indolentemente
si otros ojos las contemplan); árido umbral
el de su aura tibia.
Se sienten privilegiadas en su estática
pose milenaria: generosa inacción
que agradece la paloma.
No les perturba nuestro sentir. Nuestra pasión mundana
les causa indiferencia.
Su sangre no corre como la nuestra. Pero piensan,
se mueven y respiran como abren y cierran
sus párpados macizos: imperceptiblemente
con el paso de los siglos.
Esculpidas en el canon
inasible de lo eterno, jamás envidiarán nuestras almas
de aristas imperfectas.
Sólo el mármol frío conforma tristemente
su rígida condición orgánica.
Las estatuas buscan en cada generación humana
lo sensible de la mano que cinceló su forma.
Pero sólo encuentran década tras década, hombres
y corazones como piedras.
.
Jose Manuel, mi admiracion y profundo respeto.
Abrazos.
ERA