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Muchas gracias, Ana. Un poema supone muchas veces un desahogo existencial, por eso el final es esperanzador, como cuando la ansiedad se deshace para dejar paso a la relajación.Ana Muela Sopeña escribió:Poema de asfixia, de agobio con un final perfecto y esperanzador, Juan.
Un beso grande
Ana
Muchas gracias por leerlo, Mar, por decirme que te ha gustado, y por ofrecer esa interpretación con la que te identificas. Es siempre un honor y una alegría para el que escribe unos versos saber que el lector se identifica de algún modo con ellos.MarRevuelta escribió:Juan Fionello escribió:
Siento, Viento, que mis ojos sorben el brillo
de las plañideras grises de oficina,
y mis manos la aspereza rígida
de caimanes de estos meses funerarios.
Siento dientes que se esparcen como el fuego
al morder el mármol blanco de los túmulos.
El hombre gordo que teclea en la otra sala
vino hace poco a pedir pordiós que lo acunase
en mis rodillas bendecidas por tus besos.
Sudo muertos del verano,
calcinados, que hacen gracias, piruetas,
deseando contagiarse mi reposo.
Y una imagen respirable, como el viento
que resucita mis labios, alegre,
expectante nueve días,
derramada de tus brazos,
me consuela, Viento dulce, me consuela.
Me recuerda a la sensación que uno tiene cuando queda poco para una vacaciones y sobre todo en esa última estrofa, me siento identificada. Por cierto, me ha gustado mucho. Abrazos.
Sí, Ramón, no solo es la rutina la causa de ese agobio y opresión, pero efectivamente hablo de esas cosas, y de lo que finalmente te rescata. Te agradezco lo que dices, y me alegra mucho que te haya gustado.Ramón Carballal escribió:A mi me da la impresión de que hablas de la rutina diaria, del agobio y la opresión que muchas veces supone. La estrofa final abre una puerta a la esperanza y pone broche de oro al poema. Naturalmente que me gustaron estos versos. Un abrazo.
Muchas gracias, Lázaro, es mucho más de lo que se merecen mis modestos versos, pero no sabes como reconforta leer un comentario como el tuyo. Por cierto, yo también te sigo con mucha atención, porque eres de esos poetas que consiguen actualizar permanentemente este difícil arte.lazaro Habana escribió:Tu poesía Juan la sigo con mucha atención.Eres de esas personas que trasmites optimismo
y a la vez impulsa a uno a mejorase. tu dominio poético para mí
es impresionante, nada de lisonjas eh? soy muy rebelde para eso
pero creo firmemente en lo que me conmueve..
abrazos
lázaro
Juan Fionello escribió:
Siento, Viento, que mis ojos sorben el brillo
de las plañideras grises de oficina,
y mis manos la aspereza rígida
de caimanes de estos meses funerarios.
Siento dientes que se esparcen como el fuego
al morder el mármol blanco de los túmulos.
El hombre gordo que teclea en la otra sala
vino hace poco a pedir pordiós que lo acunase
en mis rodillas bendecidas por tus besos.
Sudo muertos del verano,
calcinados, que hacen gracias, piruetas,
deseando contagiarse mi reposo.
Y una imagen respirable, como el viento
que resucita mis labios, alegre,
expectante nueve días,
derramada de tus brazos,
me consuela, Viento dulce, me consuela.
Muchas gracias, José Manuel. Tienes razón en casi todo lo que dices, salvo en lo de ser un poema muy trabajado, de hecho es bastante espontáneo e intuitivo. Es uno de mis intentos de escribir en un plano sensorial, dejando que el estado de ánimo y la mente expresen el tema de una forma libre.José Manuel Sáiz escribió:Un poema que deja espectante. Escrito con maestría y muy trabajado en su aparente, sencilla forma. Parece una nostalgia, en estos días oscuros, fríos, de casi invierno, del viento, de los días del verano ya pasado.... y de la esperanza y la frescura por el que vendrá. Pero todo esto puede ser una metáfora trasladable a más cosas cíclicas de nuestras vidas.
Lo dicho, un trabajo excelente que nos deja pensativos y espectantes.
Un abrazo.
J. Manuel
En efecto, Mario, "Viento" es un apelativo con el que me refiero a una persona y que utilizo a menudo en los poemas, de ahí las mayúsculas. Sin embargo, precisamente por ser ese el nombre que uso, puede admitir otros significados en la lectura de cada uno. Que se te escapen cosas es natural, el poema está escrito así.Mario Martínez escribió:Hola Juan.
Supongo amigo mío, que ese "Viento dulce", con mayúsculas, debe ser alguien especial que te consuela del resto del poema. Me gustó, aunque haya cosas que se me escaparan.
Un abrazo.
Mario.
Muchas gracias, Andrés, me halaga tu comentario porque esa era la sensación que pretendía transmitir.Andrés Caparrós escribió:Se siente una propuesta asfixiante rescatada en el último verso. Aplausos.
Un abrazo.
Rafael, muchísimas gracias por este profundo, generoso y enriquecedor comentario que recibo como un inmerecido honor. Tienes razón en que intento relatarme, y en el estiticismo con el que termino tratando cuestiones existenciales, no es algo premeditado, incluso a veces lo considero una limitación, pero supongo que los mimbres con los que contamos cada uno son difíciles de cambiar, y parte de esos mimbres son las lecturas que nos han influido. Tú, desde luego, eres un gran poeta, así que me honra lo que dices.Rafel Calle escribió: Interesante trabajo, amigo Juan, este diálogo intimista con Viento. Es, como habitualmente en tus obras, un ejercicio estilístico que busca desesperadamente el lado noble de su aspecto natural, hábitat inhóspito y, sin embargo, lugar más que sagrado para los autores que quieren relatar, relatarse a su modo, y tiene que ser personal e intransferible; lo saben.
Estimado colega, en tu poema también creo observar otra constante de tus obras, hay una apoyatura existencial -y es un principio inexcusable- que acaba en manos de la visión estética. Bueno, aunque no es novedoso, muchos autores son eso, yo mismo quiero serlo, la verdad es que tú pareces conseguir paulatinamente el propósito que digo.
Veo que pasas un poco del tema de las asonancias, ahí estamos de acuerdo, más que nada porque una asonancia se nota un rato largo, así que si está es porque al autor le ha dado la gana dejarla. Por otro lado, hablando técnicamente, está bien señalar esta clase de aspectos cuando se empieza a escribir, o sea, cuando el autor no se entera ni siquiera de eso, pero, si le hablas de asonancias a un poeta que más o menos se entere de poesía, también le estarás diciendo el nivel técnico que tienes.
Del ritmo decirte que no está mal, subes un escalón y amplías el habitual campo fonológico del verso 8/11, para un 8/13 que significa el aspecto multimétrico (verso libre) alejándolo de cualquier polimetría premeditada. Hablamos pues de un ritmo retórico que se encamina hacia su mayoría de edad, de la amplitud estética en el conjunto de la unidad rítmica.
Que no se me olvide señalarte los aciertos en la labor de acotar los espacios rítmicos; siendo como es una de tus constantes versales, para mí, que pienso en ello como el elemento diferenciador entre los poetas, ya que fondo y forma son uno, eres un autor con posibilidades reales de ser leído.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.
Julio González Alonso escribió:Versos de una solidez lírica encomiable. Nada está de más. Todo de una belleza e intensidad deslumbrantes. Mucho más que felicitaciones y aplausos, amigo Juan; el reconocimiento de un poema que emerge como punta de iceberg de una obra importante. Con un abrazo.
Salud
Muchas gracias, Borja, me alegra que te haya gustado y te agradezco la lectura y comentario.Borja Martínez escribió:Encuentro el poema muy bello y dicente. Felicitaciones.
Un abrazo.
Josefa A. Sánchez escribió:Me ha gustado mucho. Me han estremecido esas "rodillas bendecidas" Un verdadero placer de lectura.
Un abrazo.
Pepa.