Pilar Morte escribió:Hoy mi boca derrama las canciones
con nombre de futuro,
un rostro nuevo
y voluntad que no rasga el cansancio.
Hoy mis ojos observan a lo lejos
la limpia cordillera,
aquella que levanta las encinas
y siembra las laderas con aroma de espliego;
que no tengo lugar para la siembra
ni bulbos que avivar,
solo un perfil extiende la fragancia.
Es el sentido de la vida
que irrumpe sin permiso
y hace vibrar el tímpano
con ecos de baladas que prolongan la historia.
Es la vuelta del beso ágil, de abrazos dilatados,
de manos abiertas, del cuento y la canción.
Y yo me apoyo en su misterio
empujada por cantos olvidados,
regresada al principio, inmaculada
como una mirada virgen.
... ellos siempre son la luz; poema, Pilar, en que, como bien dices, se dilata la mirada prolongando la historia; y si la ternura, sí, en el poema es grande, me gustaría resaltar la subida enorme de tono que adquiere en la última estrofa, de una calidad ciertamente importante; un saludo, amiga, Orión
"... nunca se da de lo que se tiene, sino de lo que se es".