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Publicado: Vie, 17 Dic 2010 11:58
por Ramón Ataz
Ramón Carballal escribió:Es un poema excelente tanto en su fondo como en su forma. Se lee con exquisitez y agrado. Enhorabuena y un abrazo.


Ramón, he dejado pasar mucho tiempo para agradecerte la amabilidad de tu comentario. Ruego que me disculpes. Y muchas gracias por dejar tus palabras en este poema.


Un abrazo.

Publicado: Vie, 17 Dic 2010 11:59
por Ramón Ataz
Daniela Miño escribió:Juan, un manojo de imágenes apabullantes y muy vivaces. Repasé varias veces la lectura para no perderme ni un detalle, y a cada paso descubrí elementos nuevos y apasionados.

El final, de lujo.

Un abrazo, ha sido un placer leerte.


Hola, Daniela, estoy repasando algunos poemas cuyos comentarios desatendí groseramente, por lo que pido disculpas. Muchas gracias por tu más que generosas palabras.

Un abrazo.

Publicado: Vie, 17 Dic 2010 12:00
por Ramón Ataz
carmen iglesia escribió:Buen poema, Juan... con algunas imágenes estupendas, como la de los cabellos que son cuero y bastantes más...

Un placer leerte. Disfruta de las vacas.

Abrazote,

Carmen


Carmen, no creo que leas ésto, pero te agradezco intensamente el comentario que hiciste a este poema.

Un abrazo grande.

Publicado: Vie, 17 Dic 2010 12:01
por Ramón Ataz
Borja Martínez escribió:El poema es bello y me parece escrito con buen pulso entre metáforas bien halladas. Un gusto leerte.
Saludos cordiales.


Muchas gracias, Borja, es un comentario verdaderamente generoso.

Un saludo para tí.

Re: La desaparición de las llagas

Publicado: Dom, 19 Dic 2010 0:30
por E. R. Aristy
Juan Fionello escribió:





A veces me entretiene buscar llagas
allí donde un heraldo de dolores
las anuncia,
pero ni aún
las costras las conservo,
hasta las cicatrices locuaces se han borrado.

Donde los golpes, solo surcos y semillas
del árbol de los látigos.

Siempre he sido un verdugo autodidacta
hace años que mi cabello es de cuero.

Fui lacerado en la raíz de las arterias
y un dulce arroyo de sangre me fluía,
pero la noche me encontraba en el establo
debajo de un monótono cepillo,
obteniendo plenitud de un buen forraje.

Mi estómago es un médico de guardia,
chorrean por mi piel cremas y aceites
y disfruto de zapatos de ortopedia.

Donde el llanto un suspiro alcanzó el clímax.

Nada venga entonces a dañarme,
cierren mis llagas
por hoy,
cierren mis llagas.







Me parece un poema vicitorioso que trata con franquez de las luchas y los retos que nos acontecen. Es un poema que nos dirige a varias cualidades extraordianrias como el tener aguante sin caer en la resignacion credula, el tener una imagiancion activa que enciende la total oscuridad inventandose la luz. Es un poemazo que no se hynde en la autocompasion desmedida. Hay mas mucho mas en el simbolismos de tus ricas imagenes. Te felicito, Juan.

Abrazos,
Roxane

Re: La desaparición de las llagas

Publicado: Mar, 22 Nov 2011 17:18
por Ramón Ataz
E. R. Aristy escribió:

Me parece un poema vicitorioso que trata con franquez de las luchas y los retos que nos acontecen. Es un poema que nos dirige a varias cualidades extraordianrias como el tener aguante sin caer en la resignacion credula, el tener una imagiancion activa que enciende la total oscuridad inventandose la luz. Es un poemazo que no se hynde en la autocompasion desmedida. Hay mas mucho mas en el simbolismos de tus ricas imagenes. Te felicito, Juan.

Abrazos,
Roxane

Muchas gracias, Roxane, siempre eres generosa en tus apreciaciones. Se me había pasado tu comentario, lo siento mucho. Recibe mi agradecimiento y mis disculpas.

Un abrazo.

Publicado: Jue, 24 Nov 2011 20:59
por Alba Viñals
Juan, me voy encantada de tu poema, es muy bello y las imágenes impactan. Mi enhorabuena.

Re: La desaparición de las llagas (revisado)

Publicado: Jue, 24 Nov 2011 21:18
por Marisa Peral
Juan Fionello escribió:
A veces me entretiene buscar llagas
allí donde el heraldo del dolor las anticipa,
y ni siquiera las costras
las conservo,
hasta las cicatrices locuaces
se han borrado.

Donde entonces hubo golpes,
solo hay surcos ahora
y hay semillas
germinadas del árbol de los látigos.

Siempre he sido un verdugo autodidacta;
hace años que mi cabello es de cuero.

Fui lacerado en la raíz de las arterias
y un dulce arroyo de sangre me fluía,
pero la noche me encontraba en el establo
debajo de un monótono cepillo,
obteniendo plenitud de un buen forraje.

Mi estómago es un médico de guardia,
chorrean por mi piel cremas y aceites
y disfruto de zapatos de ortopedia.

Donde el llanto, un suspiro alcanzó el clímax,
nada venga entonces a dañarme.

Cierren mis llagas
por hoy,
cierren mis llagas.


Hola Juan, no cabe duda de que es un poema impactante que, según lo veo yo, induce a un engaño buscado. Ironía, dices.
Yo te he imaginado cepillando las crines de un hermoso caballo castigado por el látigo, curando sus heridas, pero puedo estar equivocada.
Me ha gustado mucho cómo lo transmites.
Mi abrazo y mi felicitación.

Publicado: Vie, 25 Nov 2011 2:38
por Josefa A. Sánchez
Como me alegro cuando retornan del pasado poemas de esta calidad que no había leído. Todos tenemos, a veces, heridas que remendar, y rotos que curar en el cuero o en el alma y es bueno saber cuando es el momento de hacerlo, y no pasar el tiempo en inútiles lametones. Un gustazo siempre leerte.
Un abrazo.
Pepa