Editorial Alaire

Sea como fuere se requiere un canto de cuerpo y alma.
Saludos.

Siempre los puños en alto, alerta y siempre hacia adelante.
Saludos.

Me siento halagada con tus palabras.
Saludos

la voz sería el sentido común, la sensantez
el equilibrio y la armonía entre todos esos puños unidos,
pero lamentablemente la voz, casi siempre, la acaparan
los sindicalistas y políticos que permacen en sus puestos
amparados en la masa sin voz.

aguda tu reflexión querida amiga

.

Un granito más, cuando las canciones del poeta suenan a pesar de la excomunión de la voz.
Saludos.
Amparo

El camino lo hacemos nosotros, pero en estos tiempos que corren la abulia, el desinterés, el desencanto nos rondan como nunca.
Siempre hacia adelante.
Saludos.
Amparo.

No nos queda otra solución que la revolución desde abajo... pero ¿quién escuchará alguna voz en estos años venideros?
Cantar, cantaremos.
Y los políticos y sindicalistas permanecen es sus puestos, escondidos.
Saludos.
Amparo

Así es, esto es la fuerza de la palabra, la que nos muestra que la palabra puede ir más allá de sí misma y ser activa. El problema es que en los tiempos que corren y sabiendo que hay quien tiene altavoces más potentes... Pero bueno, por desearlo que no quede.
Un abrazo.
Julián Borao

querida Amparo,

cual espadas tus letras, surcan las conciencias

magnífico interrogante final

¿Quién pone voz, ahora, a los puños?


un besazo........Pilar

Lo que está claro es que no nos podemos quedar callados.
Como diría aquel: " Y si no hablas no serás...".
AÚN NOS QUEDA LA PALABRA.
Saludos.
Amparo.

Estimada Pilar:
esa duda me acompaña a todas horas, y es una angustia grande por lo que se refiere al porvenir de los cantos y de quienes los escuchan.
Si es que en realidad, como diría en estos momentos Ortega y Gasset, existe algún espectador o algun amante de los espectadores, en sus sentido más autocrítico.
Me quedaré con la duda, por que la duda sólo se resuelve con los acontecimientos.
Saludos.
Amparo

p.d: pero mientras seguiré cantando, que para eso tengo voz( Ante la duda mejor atacar que quedarse muda; y si es preciso contra-atacar).

Un gran aplauso a la grande e única Amparo Guillén.

Un abrazo.