Rafel Calle escribió:Juan Fionello escribió:
-Dios,
que el verbo me ignore-
Ya me busco en palabras que llueven,
en huellas casuales
e ideas primogénitas.
Pienso en la tectónica de pieles
al verme plegado
allí donde más asombro1,
donde llora el llanto o ríe la risa,
en rincones perplejos o terrores nocturnos,
en uñas, en yemas y en nudillos.
-Dios,
que el aire se espese-
Al fin acepto el desapego de mi corteza,
porque el tiempo conoce mi nombre
y mis huesos se han quitado la armadura.
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1 Sé testimonio inútil,
verso mutilado,
de mi plegaria.
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Una hermosa estructura, querido amigo Juan, que nos habla de la transformación, inevitable deformación al fin y al cabo. La disposición de los componentes nos dará la forma, que, aunque nos lo parezca, nunca es definitiva porque son presa continua del proceso evolutivo.
Interesante poema. Felicidades.
Un fuerte abrazo.