Editorial Alaire

Concha Verónica Vidal escribió:¿Sabes Ramón? Yo propondría este poema para EXCELENTE.
sin más.

Saludos mediterráneos.

Lila Manrique escribió:Un trabajo poético impecable. Encantada de estar, y leer tus versos.

Mario Martínez escribió:Hola Ramón.
Inspirado poema, amigo mío, del que reseño esta estrofa:

Tu nombre hospitalario,
tu cruz,
tus ojos acampados en las ruinas
eran un epitafio amanecido en lenguaje de ardor,
en extraños cigarrillos de metal.

Acertadas imágenes y ritmo perfecto. Abrazos.
Mario.

Lourdes Spin escribió:Ayer no es ayer,
en la húmeda conciencia de la piedra yo agito mi café,
y miro al vidrio y miro lo innombrable.

Afuera escupe el tiempo su ceniza.



Ramôn, qué buen pasaje de imâgenes tienes mientras agitas el café. Qué bien sabes nombrar las cosas. Gracias por éste, otro de mis preferidos. Abrazos


Spin

carmen iglesia escribió:Pues será diferente, que en algo lo es, Ramón, pero es de lo que más me ha gustado de lo último que te he leído... Tiene fuerza y transmite, además de conservar esa maravilla que son siempre tus imágenes.

Te dejo un besote (tengo esto lleno de hinchas del Milán, jeje, creo que hasta voy a ver el partido).

Carmen

Pilar Morte escribió:Qué bien escribes, Ramón, todo un mundo de lenguaje poético en tus versos. Precioso
Abrazos
Pilar

Ramón Carballal escribió:Ya sé mi casa no es un barco,
ni apunta al remordimiento de la ola
ni anuncia las pisadas del faro
ni sabe de qué flor el viento es cáliz.

Es verdad, recuerdo tus botas de talones exhaustos,
es verdad, las esferas de la noche te respondían
con gargantas de cigüeña.

Yo alacrán de mis espejos,
oscurecido en la senda,
atisbaba los mil peces de un sueño;
bar tras bar,
en la corrompida noche del mármol,
las ágatas volvían una y otra vez al gong del silencio.

Tu nombre hospitalario,
tu cruz,
tus ojos acampados en las ruinas
eran un epitafio amanecido en lenguaje de ardor,
en extraños cigarrillos de metal.

No conocimos abecedario que hiriera puentes,
no supimos entender la piedad de la campana.

Hoy llega la música con un nombre vacío
y murmura el imposible verbo que yo enciendo en tu boca.

Ayer no es ayer,
en la húmeda conciencia de la piedra yo agito mi café,
y miro al vidrio y miro lo innombrable.

Afuera escupe el tiempo su ceniza.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Ya sé mi casa no es un barco,
ni apunta al remordimiento de la ola
ni anuncia las pisadas del faro
ni sabe de qué flor el viento es cáliz.

Es verdad, recuerdo tus botas de talones exhaustos,
es verdad, las esferas de la noche te respondían
con gargantas de cigüeña.

Yo alacrán de mis espejos,
oscurecido en la senda,
atisbaba los mil peces de un sueño;
bar tras bar,
en la corrompida noche del mármol,
las ágatas volvían una y otra vez al gong del silencio.

Tu nombre hospitalario,
tu cruz,
tus ojos acampados en las ruinas
eran un epitafio amanecido en lenguaje de ardor,
en extraños cigarrillos de metal.

No conocimos abecedario que hiriera puentes,
no supimos entender la piedad de la campana.

Hoy llega la música con un nombre vacío
y murmura el imposible verbo que yo enciendo en tu boca.

Ayer no es ayer,
en la húmeda conciencia de la piedra yo agito mi café,
y miro al vidrio y miro lo innombrable.

Afuera escupe el tiempo su ceniza.

Encuentro otra estructura donde te desplazas con gran habilidad. Esplendidas imagenes te propulsan en modo absoluto.

Te felicito, Ramon.

Abrazos,
ERA

lazaro Habana escribió:Excelente el ritmo de tu poema Ramón. Llega como una ventana abierta en día de calor con todo su esplendor y uno se deleita.

Felicidades amigo por este poema


abrazos


lázaro