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Publicado: Mié, 30 Jun 2010 14:24
por pablo_valladolid
Manuel,

me alegro que te siga gustando hasta el punto de releerlo de nuevo. Y es un placer tu visita y tu comentario para mi.

un gran abrazo, compañero.

Publicado: Mié, 30 Jun 2010 14:45
por pablo_valladolid
Borja,

me alegro que también a tí te guste la D.C.

muchas gracias por tu presencia en mis versos, te lo agradezco mucho

un abrazo.

Publicado: Mié, 30 Jun 2010 15:01
por pablo_valladolid
Mario,

tengo confianza en el ser humano, a pesar de todo. ¿los hilos? también creo que están ahí. Aunque tambien creo en el libre albedrio. Todo se puede conjurar para que el hombre tenga cierta libertad para forjar su propio destino.

Puede que el poeta sea el escribiente y el azuzador del sentir y el pasar.

El placer es mío a tu comentario.

un abrazo, compañero

Publicado: Mié, 30 Jun 2010 15:07
por pablo_valladolid
Antonio,

completamente de acuerdo con tus comentario, Antonio. Como he dicho en el anterior comentario, el poeta no es más que el pintor del sentir más profundo. Dentro de ese sentir ya te puedes imaginar todo lo que cabe.

Hace falta mucho valor, generosidad y honestidad y el poeta lo tiene, sin duda.

gracias por todo, compañero.

Publicado: Jue, 01 Jul 2010 19:19
por Tristany Joan Gaspar
Me ha gustado mucho este poema Pablo, que en su momento no te comenté, pero que recordaba bien.
A mi me gusta la manera en que nos haces involucrarnos en los que expones y me ha gustado el repentino giro que ofrece el poema respecto a la posición que he adoptado como lector.
Eso de ser parte de un divino plan, de entrada me ha sonado como algo forzado fruto del destino contra lo que no podemos luchar, pero luego a medida que he ido leyendo me he ido introduciendo en ese divino plan del que vienen ganas de formar parte.

Un poema muy original e interesante que he leído con gusto.

Un fuerte abrazo.

Joan

Publicado: Vie, 02 Jul 2010 19:01
por pablo_valladolid
Joan,

creo firmemente en ese divino plan que nos conmina, a pesar de todo, a seguir adelante y a hacer del libre albedrío un desafío continuo.

recibido el abrazo te lo remito con el mismo ímpetu.