Atlas (L VI)

[Josefa A. Sánchez]

Gracia, Jose Manuel, por tu generoso comentario. Me alegra saber que te gusta, pero aun más me estar viendote de nuevo en estas lides.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, ERA, por venir a este intento mio y dejar tu generoso comentario. La admiración es mutua
Un abrazo.
Pepa

[Rosa Marzal]

No sé cómo se me pudo escapar esta maravilla. Mis aplausos y admiración, Poeta.

Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Buena recreación, en forma de soneto, del mito de Atlas, Atlante, Atlántida. Finalmente búsqueda de lo que nos sostiene. Puede ser amor, puede ser a nosotros mismos. La fortaleza de mantener la llama de la pasión viva.

Recibe un cordial saludo.

[Óscar Distéfano]

Es justo volver a aplaudir este soneto de gran calidad estética. En esta última lectura he visualizado más senderos polisémicos. Has descrito el sentimiento del desamor de una forma originalmente brillante. Ese final, ese último verso me resulta revelador. Hablas de una hipotética amistad que jamás puede surgir de las cenizas del amor. Hablas del amor impregnado en tu ser, en tu carne, en tus húmeros, tendiendo a fundirse en tu interior, a morir contigo. Y lo haces de una forma tan poética, gracias a la metáfora que manejas con gran destreza.

Te mando un abrazo, amiga.
Óscar

[Ramón Carballal]

Admirable poema. Lo he disfrutado. Enhorabuena y un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Rosa, por el amable comentario. Es muy fácil que se nos pasen aquí las cosas, como este comentario.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Armilo, por pasar y dejar huella. Siempre hay algo de búsqueda en lo que escribimos.
Un abrazo.
Pepa

[Carmen Pla]

Atlas

Te busqué tanto tiempo que ya temo encontrarte,
y que estés escondido en un rincón cualquiera:
Al borde de un suspiro. Detrás de mi ceguera.
En el túnel de sombras de mi boca al nombrarte.

Debajo de mi pelo. En la mínima parte
de mi piel, con escamas y plumas de quimera.
En el eco de un beso. En esta cancerbera
de mi tonta memoria, que no sabe olvidarte.

Temo que estés dormido entre mis dedos leves,
o nadando en mi linfa, o metido en los breves
huecos de mis orejas, y tropiece contigo.

Y no tengan tus ojos la llama cegadora,
ni tu voz sea un ampo, ni tu risa la aurora.
Y ni carne te quede con que hacerme un amigo.

Pepa.

Precioso, Pepa.
Sin palabras, me llenaste de sentimiento.
Un placer y un abrazo

[Manuel Alonso]

Pepa, es encantador, me ha atrapado desde el principio. Un placer, amiga y un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Óscar, por esta nueva lectura y el comentario tan generoso que me regalas. El lector siempre termina el poema y cierra el círculo.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Ramón. Un honor tu visita.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Carmen, por dejar tu trazo en lo escrito.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Manuel, por asomarte y dejar tu impronta.
Un abrazo.
Pepa

[Guillermo Cumar.]

Qué soneto alejandrino ei nsistente en dar sentido a tu sentir y esfuerzo.
un abrazo