Te conocí en la Universidad

[Ramón Carballal]

Hay desnudos que no anticipan pronombres

Y poetas que jamás decepcionan... Un placer, como siempre. Y un besote,

Carmen

Gracias, Carmen, por estar siempre ahí. Un beso grande.

[Ramón Carballal]

Un gran gusto amigo. Saludos cordiales.

Gracias, Rolando, por dejar tu huella. Un saludo cordial.

[Ramón Carballal]

Maravillosa pincelada evocando los recuerdos, Ramón.

Precioso poema.

Un abrazo
Felicitaciones
Ana

Gracias por tu amable comentario, Ana. Un beso.

[Ramón Carballal]

Repica el diafragma del estudiante en su noche de confeti.

Hay desnudos que no anticipan pronombres,
hay rosas malvas en los claustros
que fingen su idioma núbil.

¿Has volado o has sido estrella?
Yo me acerco a tu elipse
y busco tus vocales,
como murciélago, como río que se excita.

De cada balcón surge un carmín
y son miles los topacios del color.

Vuelven las nubes, las mesas de vitriolo,
algún oasis de fichas negras,
esos espacios entre un ruiseñor y otro,
la inamovible presencia de los pájaros.
¿Para qué?

... Ramón, ese último y tremendo verso final: ¿Para qué ?, causa estragos incendiarios, levanta inmensa lumbres dando una profundidad al poema inabarcable, amigo; vaya, vaya; lo celebro y así te lo comunico; Orión

Gracias, Antonio, por acercarte a mi poema y comentarlo. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

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Muy buena esa evocación. Cada día pienso más que yo debería ser solamente lector. *smiles* Bravo, poeta!

Abrazos - Iben

A mi me gusta como escribes, Iben, y creo que no soy el único..Un abrazo y gracias por comentar.

[Ramón Carballal]

Ese repiqueo en noches de confeti, tan lejano, tan hermoso. Tal vez por la lejanía.

Siempre disfruto una enormidad leyéndote Ramón.

Te agradezco esas palabras, Carmen. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Repica el diafragma del estudiante en su noche de confeti.

Hay desnudos que no anticipan pronombres,
hay rosas malvas en los claustros
que fingen su idioma núbil.

¿Has volado o has sido estrella?
Yo me acerco a tu elipse
y busco tus vocales,
como murciélago, como río que se excita.

De cada balcón surge un carmín
y son miles los topacios del color.

Vuelven las nubes, las mesas de vitriolo,
algún oasis de fichas negras,
esos espacios entre un ruiseñor y otro,
la inamovible presencia de los pájaros.
¿Para qué?

Un placer, como siempre, leerte Ramón. Le queda a uno un buen sabor de boca, como la sensanción que le queda a uno en el paladar al tomar un buen vino. Duele esa pregunta que cierra tu poema en una última magnífica estrofa. Un cálido abrazo Poeta.

javi

Gracias por tu amable comentario, Javier. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

También la conocí en la Universidad (más bien en las fiestas universitarias) y los paisajes cambian.
Debe ser que el norte y el sur son distintos, o quizás cada mujer es única. Y cada una tiene su recorrido. Éste tuyo, precioso, como siempre. Eres poeta de la belleza.

Un abrazo.

Es cierto, Juanmi, las experiencias pueden ser similares pero nunca idénticas. Te agradezco el comentario. Un abrazo.