Lágrimas de abedules

[Alejandro Costa López]

Donde nubes y azucenas,
cálidas noches y neblinas,
canto de flores y golondrinas
anidan sutilmente en las almenas,
que entre estrellas cristalinas
y tallos de rosas divinas,
lloran recostadas en sus penas.

Cuando el misterio y la ausencia,
constelaciones infinitas y auroras,
duermen en sus noches delatoras
invocando señales de su presencia,
el sol ya no alimenta las horas
sin el ser al que adoras,
ni respiras la rama de su esencia.

Así que, sin su aroma y su perfume,
no existen vergeles perfumados,
ni noches con besos de enamorados
que sequen lágrimas de abedules,
ni iluminen luceros amotinados
de dos corazones atados,
al silencio de los ataúdes.

[Ignacio Fajardo]

Pues aquí no voy a ser menos que en P.P. y también abro el turno de comentarios. Me reitero en lo dicho en el otro comentario.

Un abrazo.

[Alejandro Costa López]

Reiterado queda.
Gracias, amigo.
Un abrazo, Ignacio.

[Administración Alaire]

Sube de la Sala de Espera.

[María de la Cruz Díaz]

Querido poeta Alejandro que gusto encontrarlo aquí, los abedules son árboles preciosos, excelentes pergaminos para sus versos.
Va mi abrazo fraterno hasta allí

Maricruz

[Alejandro Costa López]

Agradecido Mari Cruz.
Mil besos, corazón.