Una... dos... tres y así,
hasta cien ringggggggsss en el fono de Bleti
esa que me riñe si no cojo el móvil o si lo despisto en las caracolas.
Esa , con quien canto las cuatro verdades
a aquel que se lame solito el ombligo y de puro tierna,
se viste de toro para que creamos que no es el geranio
que llueve, despacio, justo entre la esquinita del parterre enano
que cruza Zamora, como así, en dos partes, una para el loco,
media para el niño y la otra media,
para San Fernando a mitad de Agosto.
Ciento y uno rineggggggsssssss... y se lo perdono,
pues sé que a esta hora, anda cepillando de los malos polvos
el rosal de abajo, y cuesta trabajo, mantener a raya
los mil y un pulgones, los negros abrojos y hasta los colores
de mi mar, azules, como dos sus ojos, azules.... azules
como de silvestres lirios.
(También tienetiempo este poema, pero Amparo, nuestra Amparo sigue vigente siempre,hoy también, no es de noche en Alicante, pero sí la tarde de este ochode Mayo, un susurro del mar para tí)