Gracias mil por la bondad de tu lectura, Ulises.Ulises C.J. escribió: ↑Mié, 26 Nov 2025 18:41 Pues solo puedo agradecerte que nos abras ese mundo.
También quiero yo entrar en un mundo así, con los pies descalzos.
Abrazos.
Abrazo y felicidad.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias mil por la bondad de tu lectura, Ulises.Ulises C.J. escribió: ↑Mié, 26 Nov 2025 18:41 Pues solo puedo agradecerte que nos abras ese mundo.
También quiero yo entrar en un mundo así, con los pies descalzos.
Abrazos.
Qué generoso y amable es tu reflejo, hermano león.Alonso Vicent escribió: ↑Vie, 28 Nov 2025 7:49 Como un poema de amor, pero con consistencia. Como una mirada desde adentro hacia todas partes, pero con sólido cimiento. Como la comprensión que abre sus ventanas desde la fortaleza de la vida.
Mucho se podría decir de complicidades y fue este de leerte un momento perfecto.
Un enorme abrazo, hermana Leona, desde esta selva de naranjos con refugios varios.
¡Que hermoso comentario, Julio!Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Sab, 29 Nov 2025 11:01 El amor como acto de resistencia por encima de las diferencias ideológicas, porque la mayor disidencia -irreparable- es la emocional. Me ha gustado ese apunte hacia la vulnerabilidad que nos hace fuertes. Un abrazo, Hallie. Salud.
Gracias mil por tu generosa presencia, Fernando.Fernando Marcos Rentero escribió: ↑Dom, 30 Nov 2025 13:04 Sencillo y cotidiano poema, amiga Hallie. Me gustó. Un abrazo.
No tengo palabras para agradecerte este hermosísimo reflejo, queridísimo amigo.Rafel Calle escribió: ↑Jue, 04 Dic 2025 15:03 Hallie, querida amiga y admirada colega:
Intimidad y otras heterodoxias es uno de esos poemas tuyos que no buscan levantar teorías ni muros, sino abrir una ventana —la del patio, la de la vida compartida— y dejar que entre el aire tibio de lo cotidiano cuando está bien acompañado.
Compañera, consigues algo que no es fácil: hablar de la intimidad sin solemnidad, sin aspavientos, desde esa verdad que solo aparece cuando lo doméstico se convierte en refugio. El albornoz, la cena pendiente, la colada reclamando orden… No hay nada extraordinario ahí, y sin embargo el poema demuestra que lo esencial se esconde justamente en esos pliegues. Qué bien cuando dices que la intimidad no necesita escenarios: necesita presencia.
El poema avanza como una respiración lenta. La mirada a las palomas encarna ese “apego consolidado” del que hablas, ese instante en que el invierno se vuelve relativo y las ideologías —que tantos estragos hacen en lo público— se disuelven en un simple azucarillo. Es una imagen preciosa: delicada, pero firme; casi una declaración de principios escondida en la dulzura.
Hay también un gesto valiente: la reivindicación de la vulnerabilidad sana. El poema no teme nombrar los bucles de pensamiento, esos laberintos íntimos que todos arrastramos. Y sin embargo, lejos de condicionarlo todo, aquí se vuelven un puente: un espacio donde las manos encuentran “hogar en un pecho disidente”, una de las líneas más luminosas de la obra.
Realmente, lo que propones es una intimidad sin posesiones, sin torres que defender. Una ciudad compartida, vivida con los pies descalzos, donde el mundo no se estrecha, sino que se abre “de par en par”. Y esa es, quizá, la heterodoxia más hermosa del poema: afirmar que la felicidad —sí, la palabra difícil, la que tantos evitan— puede ser un acto cotidiano, casi silencioso, cuando dos personas aprenden a mirarse desde la confianza.
Este poema confirma lo que dices en un comentario: que has decidido desde hace tiempo que en tus versos ocurran cosas buenas. Y lo logras sin ingenuidad, sin edulcorar la vida, sino rescatando lo mejor de ella. Tus versos no planean por encima: se posan en el hombro, como quien dice “estoy aquí” sin necesidad de decirlo, tal y como hacen tus aves, esas que tanto amas.
En fin, me queda felicitarte sin reparos, mientras te envío hasta tu norte un abrazo grande y apretado.
Agradezco muchísimo tu reflejo, Horacio.Horacio O'Clock escribió: ↑Mié, 10 Dic 2025 8:57 Bellísimo poema intimista que transmite vibraciones positivas y, sobre todo, mucha serenidad a través de una historia de amor horizontal, sin obstáculos ni condiciones.
Un saludo, amiga Hallie, de uno nuevo.