Naces en el primer mundo y crees que el mundo está a tus pies

[Ricardo Linares]

Ser niño es la mejor época de la vida porque se vive en un mundo irreal, después es un martirio, jajaja, menos mal que nosotros vivimos en la naturaleza y nos relajamos con lo que nos rodea.
Un placer haber pasado por tus letras amigo.
Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Es algo que he pensado muchas veces, esta especie de asincronía entre lo que naces siendo, y lo que al final acabas teniendo si has tenido esa suerte de nacer aquí . Es como que la mayoría de gente piensa que todas las ventajas civilizatorias y acomodaticias que tenemos ahora y que ha costado milenios conquistar a la humanidad entera, les pertenece ya de facto si resulta que tienen una tarjeta de crédito. Esa prepotencia es parte de lo que nos llevará a la ruina. Reflexivo y muy pertinente poema.

Suerte tenemos de haber nacido en el primer mundo y, aunque no seamos conscientes (sería pedir mucho) posiblemente no nos sobreviva.
La arrogancia de pertenecer a un grupo y despreciar a todos los demás. Así anda el mundo mundial para los supremacistas de todos los colores.
Encantado de coincidir en pensamiento y de cuestionar lo establecido por intereses.
Un saludote, José, desde estas tierras.

[Alonso Vicent]

La vida, tal cual, pero siempre hay alguien que llega para jodérnosla. Magnífico poema.
Un saludo, amigo Alonso, de uno nuevo.

Muchas gracias, Horacio, a la hora del almuerzo y en espera... cosas del campo cuando llueve.
Un saludote desde este primer mundo pero desde el sector primario.

[Alonso Vicent]

Ser niño es la mejor época de la vida porque se vive en un mundo irreal, después es un martirio, jajaja, menos mal que nosotros vivimos en la naturaleza y nos relajamos con lo que nos rodea.
Un placer haber pasado por tus letras amigo.
Un abrazo.

Hola Ricardo. A los niños iba dedicado este poema, acertaste, a los niños de este primer mundo que nacen sin preocupaciones y tampoco son muy propensos a buscarse la vida desde el principio hasta el final.
Me permití un ligero consejo, entre versos, para hacer del recorrido una prolongación hasta el final.
Un abrazo, Ricardo, con las vistas puestas en los montes y los campos.