en la ciudad dormida,
almas en pena cubiertas de flores
y cruces derrumbadas,
moribundas.
Es noviembre
y vengo a hablaros.
Sentada en esta piedra helada
veo que unas letras
ya no están,
los nombres incompletos
me suplican que os identifique.
Apenada
seco una lágrima.
Las flores cubren las almas en pena.
En la ciudad dormida
hay silencio.
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©Marisa Peral Sánchez – Noviembre 2023