Eslabones

[F. Enrique]

Ni siquiera la húmeda y salada tristeza de mil lágrimas
fue contrapeso para el dolor que quemaba la piel
endurecida de un tiempo que no existe.
Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Muy buen poema (suele ser en ti la norma), con un excelente final. Aplausos.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Se abre el poema con una serie de imágenes de variopinto colorido que me recuerda a esos maravillosos cuadros de Chagall.
Después el poeta se hace más lírico con momentos cumbres para enmarcar, como en estos momentos del cierre:

“Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita”

Un gran trabajo, amigo Ramón, que en su momento se me había pasado, y digo que me parece uno de los mejores poemas que te he leído, ¡que ya es decir!

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

[Marisa Peral]

Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Arriba de nuevo.

[Lisandro Sánchez]

"¿De qué playa he zarpado si todas mis vidas
se suceden al mismo tiempo?"

Me ha parecido hermosísimo tu poema, Ramón. Y profundo, muy profundo. Modestamente, mis felicitaciones. Un gran abrazo.

Lisandro

[Ramón Castro Méndez]

Ramón:
La vida a veces es extraña. Extraña, surrealista, llena de contradicciones. Al mismo tiempo es bella, increíble, llena de magia.

Estos eslabones de vida tienen mucha fuerza

Una gozada seguirte

Un beso grande
Ana

Querida Ana, la vida es una mierda maravillosa o, también puedo decir, que es extraña cuando uno es un extraño. Hay que entrar en su juego y comprenderlo. Dejo de filosofar. Muchas gracias por acercarte hasta mis letras.

Un chuchu (beso, que no perro) grande para ti también.

[Ramón Castro Méndez]

El sol está en tránsito hacia Géminis,
la luna se halla en Cáncer.
En el eclipse, la luna y el sol
celebran su carnaval de máscaras y arlequines,
la música un tiovivo.
En los burdeles, la soledad de un piano de cola
entre tantas vidas invisibles empuja a la noche
contra el pecho poco antes de abrirse a la aurora.
El homo erectus descubre el poder del fuego,
su corazón es una locomotora, pero no hay nadie
para verlo.
Los pájaros siguen el curso del tendido eléctrico.
En los posos del café se sedimenta lo perdido.
El mar enloquecido es una postal de amor.
¿De qué playa he zarpado si todas mis vidas
se suceden al mismo tiempo?
En todo paraíso se oculta un exilio
como hay un mudo quejido en el hueco
entre cada abrazo.
Nadie puede morir si no ha nacido,
aquí es así y ahora.
¿Es esa lentitud del día solo fatiga de la noche?
En segundos pasa delante de mí toda la noche
como un humo de derrota, solo queda la piedra
rumiando la tristeza, y un árbol que huía de su sombra
me puso sobre los labios el sabor de su fruto.
Ni siquiera la húmeda y salada tristeza de mil lágrimas
fue contrapeso para el dolor que quemaba la piel
endurecida de un tiempo que no existe.
Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Enorme o poema, Ramón. Grazas por alentalo, compañeiro.

Fonda aperta, meu.

Moitas grazas, amigo Xaime.

Una fonda aperta.

[Ramón Castro Méndez]

El sol está en tránsito hacia Géminis,
la luna se halla en Cáncer.
En el eclipse, la luna y el sol
celebran su carnaval de máscaras y arlequines,
la música un tiovivo.
En los burdeles, la soledad de un piano de cola
entre tantas vidas invisibles empuja a la noche
contra el pecho poco antes de abrirse a la aurora.
El homo erectus descubre el poder del fuego,
su corazón es una locomotora, pero no hay nadie
para verlo.
Los pájaros siguen el curso del tendido eléctrico.
En los posos del café se sedimenta lo perdido.
El mar enloquecido es una postal de amor.
¿De qué playa he zarpado si todas mis vidas
se suceden al mismo tiempo?
En todo paraíso se oculta un exilio
como hay un mudo quejido en el hueco
entre cada abrazo.
Nadie puede morir si no ha nacido,
aquí es así y ahora.
¿Es esa lentitud del día solo fatiga de la noche?
En segundos pasa delante de mí toda la noche
como un humo de derrota, solo queda la piedra
rumiando la tristeza, y un árbol que huía de su sombra
me puso sobre los labios el sabor de su fruto.
Ni siquiera la húmeda y salada tristeza de mil lágrimas
fue contrapeso para el dolor que quemaba la piel
endurecida de un tiempo que no existe.
Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Un poema con muchos otros dentro; se mueven, se atisban, se enlazan, se hacen jirones y, una suerte de dolor, se vuelve madre de todas las entrañas...

Abrazo y felicidad a montones, querido amigo.

Querida Hallie, gracias por tus palabras. Hubiera querido que el poema tuviera más miga, pero resultó que me salió con más corteza. Muchas gracias, celebro que te haya gustado.

Un afectuoso abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Un excelente poema, tocayo. Te felicito. Un abrazo.

Muchas gracias, tocayo, eres muy generoso.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Qué buen poema, amigo Ramón, y cómo lo he disfrutado. Dices mucho y de forma muy bella.
Me encanta leerte.
Un abrazo grande y salud

Muchas gracias, querida Pilar, siempre es una satisfacción verte por mis letras.

Un gran abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Me encantó esa primera imagen, música incluida... y ese piano de noches y rincones.
Nos pertenece esa cadena hecha poema con sus múltiples eslabones.
Enorme poema.
Un abrazo Ramón.

Muchas gracias, estimado Alonso, por dejarte caer por estas letras y dejarme tu atento comentario.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Ni siquiera la húmeda y salada tristeza de mil lágrimas
fue contrapeso para el dolor que quemaba la piel
endurecida de un tiempo que no existe.
Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Muy buen poema (suele ser en ti la norma), con un excelente final. Aplausos.

Un abrazo.

Muchas gracias, F. Enrique, por tus apreciadas palabras. No es un poema que esté tan logrado como yo quisiera, pero expresa algunos pensamientos en voz baja y otros en voz alta.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Se abre el poema con una serie de imágenes de variopinto colorido que me recuerda a esos maravillosos cuadros de Chagall.
Después el poeta se hace más lírico con momentos cumbres para enmarcar, como en estos momentos del cierre:

“Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita”

Un gran trabajo, amigo Ramón, que en su momento se me había pasado, y digo que me parece uno de los mejores poemas que te he leído, ¡que ya es decir!

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Muchas gracias, amigo Ferreiro, Celebro que te hayan gustado estas letras.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Mis dudas descansan sobre los hombros,
así se me hace difícil correr con el peso
de la verdad.
Los recuerdos vienen a mí incendiándome
los ojos de ascuas de nostalgia.
Nubes de malvavisco me arropan dulcemente
al estar a solas con la vida.
Mi voz será un nudo de sangre que caiga
sobre el lienzo de la última palabra escrita.

Muchas gracias, querida amiga, por levantar de nuevo este poema.

Un gran abrazo.
Arriba de nuevo.

[Ramón Castro Méndez]

"¿De qué playa he zarpado si todas mis vidas
se suceden al mismo tiempo?"

Me ha parecido hermosísimo tu poema, Ramón. Y profundo, muy profundo. Modestamente, mis felicitaciones. Un gran abrazo.

Lisandro

Muchas gracias, mi estimado Lisandro. Quizás es un poco enrevesado el poema, tengo que repasar mis pocos, escasos, conocimientos del mundo cuántico.

Un fuerte abrazo, poeta.