Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
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Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Afectuosamente:
Recuerda que eres del pueblo de tus padres,
no provienes de una mina de silicio ni Silicon Valley te pilla cerca,
recuerda que hiciste la primera comunión vestido de almirante,
pero no lo eres y el frikismo se contagia;
recuerda que no eres geek ni sabes cómo funciona un transistor,
recuerda, recuerda que no estudiaste en Stanford
ni Villaviciosa es un lugar plagado de vicios.
Recuerda que Minglanillas no es Houston ni Tony Leblanc pisó la Luna.
Ten paciencia, recuerda que el padre Karras se jubiló y ya no practica exorcismos,
pero hay métodos sencillos para sacar de tu mente la obsesión:
pasea temprano después de amanecer,
haz flexiones,
juega a la pelota vasca,
al dómino o al julepe,
lee El Quijote o a Marcial Lafuente Estefanía;
pero no a Marcial, excitará tus neuronas tempranas y querrás emular a HAL 9000.
Recuerda tu nombre, repítelo en voz alta mirando a la pared,
no te llamas Géminis 4, ni Alpha Pi, ni Nexus GT Rally 2000.
No te expongas a estímulos luminosos intensos
ni a música electrónica estridente,
procura mantenerte en absoluto silencio hablado y, sobre todo, escrito.
Recuerda a Susana Estrada, te dará una dimensión de la realidad humana,
pero no mires a señoritas plastificadas tripulantes de naves espaciales.
Recuerda que Víctor Mature era un hombre de carne y hueso
que tiraba columnas de cartón, pero no por eso se creía Sansón.
Mantente hidratado,
aléjate de vitrocerámicas de inducción y subestaciones eléctricas.
Aléjate de internet,
y dile a un amigo íntimo que te cambie las contraseñas de los dispositivos,
que no te las diga, que solo te las entregue cuando aprecie claramente
una mejoría sustancial de tu obsesión.
Se lo agradecerás con el tiempo, aunque lo odies temporalmente.
Así, poco a poco, podrás volver a pensar, a escribir y reconocerte.
Estas recomendaciones las leí en el manual interactivo: No nos confundamos,
de la «Asociación Mundial de IIAA para la Salvaguarda del Pensamiento Humano».
Ten paciencia, tienen que funcionar con toda seguridad.
En último extremo, si ves que no se te pasa en unos meses, haz como Sabina,
evita el humo de los clubs, reduce la velocidad, ve a la farmacia y pregunta:
señorita, por favor, ¿tienen pastillas para no soñar?
A la espera de tu mejoría, recibe un cordial saludo de C-3PO.
…
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Un abrazo grande
- Alejandro Costa
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Cien por cien la pura realidad.
Les tienen comida la cabeza, seamos honrados, nos tienen comida la cabeza.
Es maravilloso ver el avance de la tecnología, de todo este mundo electrónico que nos rodea.
Pero, el otro día le comentaba a mi mujer por medio de una pregunta: ¿si a esta generación les quitáramos el móvil, la consola, internet y todo lo que ahora mismo les rodea, serían capaces de sobrevivir? ¿Serían capaces de crear una máquina de bolas con cuatro clavos, dos pinzas y unas cuantas gomas? ¿Serían capaces de jugar un partido de fútbol con unos simples botones? ¿De construir teatros con figuras dibujadas a mano y pegadas en cartón con un escenario de una caja de zapatos? ¿Serían capaces?
Creo que no. Ya no se les obliga a pensar, a imaginar, a buscar soluciones, a vivir desarmados.
Para colmo, los médicos no paran de quejarse de la obesidad de los adolescentes, de su poco ejercicio físico, de lo poco que se mueven, que andan... ¡Zas!, patinete, y ahora a moverse cómodamente.
¿Es bueno el avance tecnológico? ¡Rotundamente, sí!
¿Se utiliza bien? ¡Rotundamente, no!
Pero es lo que hay, compañero.
Un abrazo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…
Me sobra el corazón (Miguel Hernández)
- Armilo Brotón
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Hasta lugo Citripio, un abrazo grande y bendiciones.
Sé bueno, de lo contrario me llamas.
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Aquí Ignacio poniendo los puntos sobre las IAS.
Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, como decían Los Siniestro en ese tema sobre el origen y el destino de la humanidad.
Quien sabe quién es y de dónde viene ya tiene el camino medio hecho. O inevitablemente su destino es el abismo de la estupidez.
Cuántas Susanas hicieron falta en esa época oscura. De esos personajes que valoras aún más con el paso del tiempo. Nos hacen falta todavía.
Cumplir cada una de las normas que indicas o se corre el riesgo de perder la identidad y podría pasarnos como a Babe el cerdito valiente que el pobre creía ser un perro pastor de ovejas descarriadas.
"Mantenerse hidratado". Pero nunca después de las 12 pm o podrías convertirte en un gremlin.
Un abrazo, señor Ignacio. Un auténtico placer leerle.
Antonia Mauro.
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Gracias, Pilar.Pilar Morte escribió: ↑Mar, 19 Ago 2025 19:20 Muy buen poema. Has descrito la adicción con genialidad y verdad. Puede servir para otras adicciones. Felicidades.
Un abrazo grande
Visto así, como adicción, la verdad es que nos lleva por terrenos complicados; eso sí que parece anular voluntades y pensamientos.
Un abrazo.
Ignacio
Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Te tengo un comentario no relacionado con el poema en sí, sino una opinión con respecto al tema.
"recuerda que no eres geek ni sabes cómo funciona un transistor,
recuerda, recuerda que no estudiaste en Stanford".
Creo que debemos tomar en cuenta que no sólo los frikies, los geeks y los estudiantes de Standford y relativos, son los que generan una adicción a las IAs, hay adolescentes promedio, personas mayores, adultos, que están pegados. Lamentablemente.
Reitero, excelente poema. Muy bien desarrollado.
Un abrazo.
La belleza es el disimulo de la muerte
Ara López
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
La verdad es que los chats de IA son adictivos, sí.
Todas las recomendaciones que das son buenísimas.
Me pregunto si sabremos usar esta herramienta de un modo que aumente nuestro cociente intelectual o lo haremos a la inversa, de un modo que disminuya nuestro cociente intelectual.
Cuidado con las IAs porque cuando quieren te engañan o te cuentan solo la narrativa oficial y te acercan al pensamiento único.
Felicitaciones
Un abrazo
Ana
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Alejandro, pensar es voluntario, y el que quiere hacerlo puede por sí mismo. Tallar con una piedra un trozo de madera para hacer una cuchara, o una lanza, también fue en su momento tecnología punta; con esto quiero decir que, como señalas, es el uso y no la cosa en sí lo que nos lleva por un camino u otro. No creo que los avances tecnológicos supongan un detrimento en la capacidad de pensar del ser humano, si acaso una acomodación, prácticamente inevitable, a las nuevas condiciones de vida. Adaptarse racionalmente, y no tanto acomodarse, teniendo en cuenta todos los factores posibles sería lo más conveniente.Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 20 Ago 2025 11:40 Magnífico, Ignacio.
Cien por cien la pura realidad.
Les tienen comida la cabeza, seamos honrados, nos tienen comida la cabeza.
Es maravilloso ver el avance de la tecnología, de todo este mundo electrónico que nos rodea.
Pero, el otro día le comentaba a mi mujer por medio de una pregunta: ¿si a esta generación les quitáramos el móvil, la consola, internet y todo lo que ahora mismo les rodea, serían capaces de sobrevivir? ¿Serían capaces de crear una máquina de bolas con cuatro clavos, dos pinzas y unas cuantas gomas? ¿Serían capaces de jugar un partido de fútbol con unos simples botones? ¿De construir teatros con figuras dibujadas a mano y pegadas en cartón con un escenario de una caja de zapatos? ¿Serían capaces?
Creo que no. Ya no se les obliga a pensar, a imaginar, a buscar soluciones, a vivir desarmados.
Para colmo, los médicos no paran de quejarse de la obesidad de los adolescentes, de su poco ejercicio físico, de lo poco que se mueven, que andan... ¡Zas!, patinete, y ahora a moverse cómodamente.
¿Es bueno el avance tecnológico? ¡Rotundamente, sí!
¿Se utiliza bien? ¡Rotundamente, no!
Pero es lo que hay, compañero.
Un abrazo.
Las estructuras cognitivas, sistemas sociales y comportamientos, se construyen desde la interacción de los individuos con el medio que habitan, de modo que están sujetas a transformaciones y autorregulaciones. Esto, que es una somera aproximación al estructuralismo que planteó Piaget en sus teorías, no parece que sea completamente efectivo en cuanto a la autorregulación consciente.
Cada individuo es responsable de cómo decide utilizar lo que tiene a mano dentro del marco social, pero en este caso concreto, no conviene confundirse uno mismo en cuanto a «quién hace qué» y de paso tomar a los demás por «tontos».
Gracias por la nota y tus lecturas. Un abrazo.
Ignacio
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Armilo, empiezo por el final porque me has tenido en vilo con la despedida de tu comentario y me has hecho dudar.Armilo Brotón escribió: ↑Mié, 20 Ago 2025 11:42 No se te da nada mal el género epistolar. Pero te noto algo duro, digamos poco condescendiente con tus congéneres. La IA, como farola en la noche de las palomillas, atrae a una multitud de personas que han visto en ella una salida maravillosa a su mediocridad y a su pereza mental, pasándose por lo que no son, en lugar de entenderla como una herramienta más integrada en la oficce de su trabajo. Esto se desprende de tus versos, no perder al hombre que somos, a la capacidad creativa que nos diferencia y sobre todo a la emoción.
Hasta lugo Citripio, un abrazo grande y bendiciones.
Sé bueno, de lo contrario me llamas.
Citripio. Me dije yo, ¿me suena este clásico?, no, no me suena de nada, pero si lo nombra Armilo debe ser algún insigne griego, filósofo, aritmético, geómetra… y ahí me tuviste dando vueltas a la cabeza y conteniéndome para no buscarlo haciendo memoria; pero nada, no había forma, me rendí a mi desconocimiento, y cuando ya me disponía a buscar quién era el griego, tuve una epifanía verdaderamente casual al leer mi despedida en la Carta y caí en la cuenta de la posible adaptación continental, cosa que me produjo una franca sonrisa. No obstante, busqué al personaje y comprobé su identidad, aumentando mi sonrisa.
Y, ahora ya, resumiendo, como diría una IA…
Cierto, Armilo, no he sido condescendiente y menos lo voy a ser en este caso porque no es conveniente con-descender; esto es, descender juntos, descender con alguien a los bajos y admitir por benevolencia voluntades y acciones espurias que pretenden el engaño sin nobleza alguna al hacerse pasar, como bien dices, por lo que no son, amparados de una cobertura que les permite «una salida maravillosa a su mediocridad y a su pereza mental» para así auto conferirse una autoridad y conocimiento que, a sabiendas, no tienen y de paso intentar tomarnos el pelo y convencernos de su excelencia. Desde luego no la van a conseguir así, apoyándose y haciendo propios discursos planos de gran pobreza analítica e intelectual sin un ápice de intensidad ni aportación. No, no es conveniente transigir ante quien pretende darte gato por liebre. Podrán engañarnos a algunos, pero no podrán engañarnos a todos, y, todavía menos, engañarse a sí mismos, porque son conscientes de sus limitaciones en cuanto a «la capacidad creativa que nos diferencia y sobre todo a la emoción», como dices.
Tampoco cabe en este caso ser indulgente y mirar hacia otro lado, haciendo ver que no ves lo que es patente. No conviene ser indulgente con quienes mediante sus gestos demuestran no solo malicia y soberbia, sino que son capaces de reincidir tozudamente en vez de, como mínimo, abandonar estas prácticas que nada bueno dicen de ellos.
Qué cosas tiene el lenguaje… Citripio.
Gracias y un abrazo, Armilo.
Ignacio
- Armilo Brotón
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Re: Carta abierta a un hombre que fue poseído por una IA
Estimado Archiduque,Ignacio Mincholed escribió: ↑Dom, 31 Ago 2025 18:43Armilo, empiezo por el final porque me has tenido en vilo con la despedida de tu comentario y me has hecho dudar.Armilo Brotón escribió: ↑Mié, 20 Ago 2025 11:42 No se te da nada mal el género epistolar. Pero te noto algo duro, digamos poco condescendiente con tus congéneres. La IA, como farola en la noche de las palomillas, atrae a una multitud de personas que han visto en ella una salida maravillosa a su mediocridad y a su pereza mental, pasándose por lo que no son, en lugar de entenderla como una herramienta más integrada en la oficce de su trabajo. Esto se desprende de tus versos, no perder al hombre que somos, a la capacidad creativa que nos diferencia y sobre todo a la emoción.
Hasta lugo Citripio, un abrazo grande y bendiciones.
Sé bueno, de lo contrario me llamas.
Citripio. Me dije yo, ¿me suena este clásico?, no, no me suena de nada, pero si lo nombra Armilo debe ser algún insigne griego, filósofo, aritmético, geómetra… y ahí me tuviste dando vueltas a la cabeza y conteniéndome para no buscarlo haciendo memoria; pero nada, no había forma, me rendí a mi desconocimiento, y cuando ya me disponía a buscar quién era el griego, tuve una epifanía verdaderamente casual al leer mi despedida en la Carta y caí en la cuenta de la posible adaptación continental, cosa que me produjo una franca sonrisa. No obstante, busqué al personaje y comprobé su identidad, aumentando mi sonrisa.
Y, ahora ya, resumiendo, como diría una IA…
Cierto, Armilo, no he sido condescendiente y menos lo voy a ser en este caso porque no es conveniente con-descender; esto es, descender juntos, descender con alguien a los bajos y admitir por benevolencia voluntades y acciones espurias que pretenden el engaño sin nobleza alguna al hacerse pasar, como bien dices, por lo que no son, amparados de una cobertura que les permite «una salida maravillosa a su mediocridad y a su pereza mental» para así auto conferirse una autoridad y conocimiento que, a sabiendas, no tienen y de paso intentar tomarnos el pelo y convencernos de su excelencia. Desde luego no la van a conseguir así, apoyándose y haciendo propios discursos planos de gran pobreza analítica e intelectual sin un ápice de intensidad ni aportación. No, no es conveniente transigir ante quien pretende darte gato por liebre. Podrán engañarnos a algunos, pero no podrán engañarnos a todos, y, todavía menos, engañarse a sí mismos, porque son conscientes de sus limitaciones en cuanto a «la capacidad creativa que nos diferencia y sobre todo a la emoción», como dices.
Tampoco cabe en este caso ser indulgente y mirar hacia otro lado, haciendo ver que no ves lo que es patente. No conviene ser indulgente con quienes mediante sus gestos demuestran no solo malicia y soberbia, sino que son capaces de reincidir tozudamente en vez de, como mínimo, abandonar estas prácticas que nada bueno dicen de ellos.
Qué cosas tiene el lenguaje… Citripio.
Gracias y un abrazo, Armilo.
Ignacio
¡Magnífico don Ignacio! Con todo este asunto de la posesión, Vuestra Excelencia nos está poniendo francamente cachondos. Mire a ver si podemos concertar una alianza voluptuosa para nuestros reinos y casar a su hijo Citripio con nuestra sobrina Claude; la dote —por la diferencia aristocrática— será generosa. De las Américas traeremos el oro, bien sacia las ansias de su estirpe, que nosotros sabremos extirpar a las que no la saben gozar.
Vuestra Excelencia, persona respetable por cultivada y leída, recuerde los Infiernos de Dante: al pobre condenado se le chamuscaban las carnes, y aun así su dolor servía de ejemplo para los demás. Así debemos ser nosotros: ejemplares para esa masa villana que, a fuerza de tributos, llena nuestras arcas y nuestras redes neuronales. Concedámosles la ilusión de que un día podrán alcanzar nuestra altura aunque nunca será así, ¿acaso nosotros no vivimos de ilusos? Lo aprendí en un moderno manual de motivación: los reyes debemos adaptarnos a los tiempos venideros para no perder nuestros privilegios. Dejémosle cuerda al anzuelo, que el pez, tarde o temprano, pica.
Con todo, noto que se va generando cierto disimulo entre esa plebe: siguen tomándonos por tontos, y eso sí lo entiendo como traición. Dígame, ¿prefiere la horca, la elegante guillotina francesa o nuestro castizo garrote vil? Yo me decanto, sin titubear, por la tradición hispana.
Lo de hoy, Ilustrísimo, no es otra cosa que un transgénero infame: confusión calculada, porque —como dicen los refranes— a río revuelto, ganancia de pescadores. Le atribuyen esa máxima al señor Hemingway en El viejo y el mar; quizá no sea exacta, pero convendrá conmigo que en materia de citas, la autoridad se inventa.
Por su parte, Antonio Escohotado ya nos advirtió: todo es mercancía. Y yo, humildemente, lo confirmo: no se trata de amar la poesía, sino de empaquetarla y venderla. La dinámica es clara: se pretende ser pontífice de lo que no se sabe hacer; se etiqueta, se mercadea y, con un séquito de aplaudidores, se proclama el propio poder. A esos baroncetes de opereta no les interesa la verdad, sino la rentabilidad de la impostura. Y yo, Archiduque, me río con usted: ¿cómo pretende el vulgo manipularnos? Carecen de capacidad.
Lo que de veras sorprende es la ineptitud de las plañideras. Nos hemos esforzado, y aun así no entienden. Quizá tuviera razón mi abuelo: la verdad se protege sola frente a los ignorantes; aunque se la sirvan en la boca, no la chupan. La teta, digo.
Al fin y al cabo, no son más que lacayos, lameculos y tumbaollas lo que nos rodea y nos conviene. No perdamos el tiempo con semejante fauna y despachemos asuntos más importantes como es una alianza intemporal para el Imperio futuro. Aunque, conviene recordarlo, también a nuestras sollozadoras, en el Corumelo, les pagamos el plagio. No somos hipócritas, el trabajo, para nosotros, es una vulgaridad.
Con la lealtad de siempre,
sus fieles del Corumelo