El desfiladero

[Ramón Carballal]

Por arriba los pájaros de fuego nadan en la luz bermeja
con sus alas de plata, por debajo la ceniza, el polvo
y los reflejos ocres, en medio yo con mi desnudez
de piel renegrida, mis aullidos de ángel y mi sangre
derramándose en forma de hilos con deltas y red,
ramificaciones arborescentes, de un rojo infantil
por su color álgido, su color de púrpura joven,
su latido fuerte de corazón salvaje, en el horizonte
aquel lago del que habló la dama del sur,
un óvulo entrevisto, un vacío convexo como
de amanecer sin vida; aún color luna la rosa de la luz,
el vértigo bajo nubes escarlata, nadie vivaz, ni árbol,
ni hierba, ni plantas, ni humus o musgo, porque
la humedad es una lágrima no fértil en el vientre
de la tierra, porque el sol calcina la faz
de la roca y un viento cálido e inamovible
rompe el día, viento cuya densidad pesa en la carne
y en los orificios del alma, como si mil lenguas
cosidas a una raíz de átomos y niebla
llegasen en onda volátil, paralizada al momento
de extenderse por el surco que fue río,
que fue ánfora de colmado líquido, mientras
solo el fulgor pálido, la arcilla de la ladera,
el túnel abierto al coral fulgente del cielo,
a la huida del alacrán, al deambular
de las serpientes, a la soledad del cactus, ríen;
el calor del día y el frío de la noche
están en mí, porque yo soy el desfiladero,
la arteria calcárea, la pared y el roquedal,
la fisura que recorre el aletear de la vida
desde el vergel del niño a la desértica
sombra que va cubriendo de rugosidad
pétrea el camino que fui trazando sin ver
casi el sol, como pude, a trompicones de azar,
en lucha con la muerte, ahora todavía
bajo el misterio de la lid gritos que reverberan
y son ecos, y son osamenta de sueños
y son la terrible ambigüedad donde
uno mismo no halla ni el origen ni el final,
solo un transitar entre rostros y una voz
que se intuye a los lejos, quizá la de aquel
Sísifo indomable y extrañamente feliz.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Belleza y fertilidad del cerebro Carballal.
Miles de sensaciones se desprenden del poema como si estuviésemos frente a un estallido de Perseidas.
Me ha gustado mucho la imagen del yo con piel renegrida y aullidos de ángel.

Gracias por estar, querido amigo.
Un abrazo.

[Ramón Carballal]

.

Belleza y fertilidad del cerebro Carballal.
Miles de sensaciones se desprenden del poema como si estuviésemos frente a un estallido de Perseidas.
Me ha gustado mucho la imagen del yo con piel renegrida y aullidos de ángel.

Gracias por estar, querido amigo.
Un abrazo.

Es un poema simbolista o al menos pretendía serlo. La idea era crear una atmósfera envolvente, casi onírica, pero bueno, tal vez se haya quedado en intento. Gracias, Hallie, por tu lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo grande.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Belleza y fertilidad del cerebro Carballal.
Miles de sensaciones se desprenden del poema como si estuviésemos frente a un estallido de Perseidas.
Me ha gustado mucho la imagen del yo con piel renegrida y aullidos de ángel.

Gracias por estar, querido amigo.
Un abrazo.

Es un poema simbolista o al menos pretendía serlo. La idea era crear una atmósfera envolvente, casi onírica, pero bueno, tal vez se haya quedado en intento. Gracias, Hallie, por tu lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo grande.

Creo que lo logras con mención de honor. Las sensaciones abarcan al lector, lo mueven; los símbolos interactúan con la carga afectiva del espectador. La desnudez del yo poético guía los pasos, los temblores... las Perseidas no solo estallan, atraviesan las membranas del pecho, colisionan sangre adentro.

Abrazo grande, amigo.

[Fernando Marcos Rentero]

Amigo Ramón: al igual que Sísifo fué testigo de la ninfa Egiina, tus versos son para mí, como los ojos de ese niño precoz y hambriento de nuevas vivencias. Un abrazo, campeón.

[Marisa Peral]

Claro que lo has logrado, Ramón,
leerte es entrar en otro plano y tu creatividad un lujo inalcanzable.
He disfrutado durante el recorrido por este desfiladero astral y planetario.
Un auténtico placer.

Bicos.

P.D. En esta semana que he estado en La Palma he podido ver ese cielo de Perseidas y constelaciones como si fueran fuegos artificiales.

[Alejandro Costa]

Otra magnífica obra de tu pluma.

Siempre te lo digo, pero tienes una facilidad y una creatividad para crear metáforas y colocarlas en el lugar idóneo, que cada vez que te leo me asombras más.

El poema es espléndido, con esa seriedad que le impones a tus versos y que tanto me gusta.

Genial, Ramón.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

.

Belleza y fertilidad del cerebro Carballal.
Miles de sensaciones se desprenden del poema como si estuviésemos frente a un estallido de Perseidas.
Me ha gustado mucho la imagen del yo con piel renegrida y aullidos de ángel.

Gracias por estar, querido amigo.
Un abrazo.

Es un poema simbolista o al menos pretendía serlo. La idea era crear una atmósfera envolvente, casi onírica, pero bueno, tal vez se haya quedado en intento. Gracias, Hallie, por tu lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo grande.

Creo que lo logras con mención de honor. Las sensaciones abarcan al lector, lo mueven; los símbolos interactúan con la carga afectiva del espectador. La desnudez del yo poético guía los pasos, los temblores... las Perseidas no solo estallan, atraviesan las membranas del pecho, colisionan sangre adentro.

Abrazo grande, amigo.

Gracias, querida amiga, por tu generosidad. Un fuerte abrazo.

[Armilo Brotón]

Es una gozada envolverse en esta sucesión de pinceladas. Es como meterte al mar y dejarte acariciar por las olas, dejar el cuerpo muerto y que te lleven donde ellas quieran. Cuando comencé con el peyote, mi maestro yaqui empezaba a entonar cánticos que nos llevaban al trance junto con Mezcalina; hoy, en nuestras ceremonias, utilizamos versos como los tuyos que nos disparan la imaginación y nos permiten entrar en percepciones agudas del tiempo y la distancia.
Sentimos una correspondencia entre tu anterior poema y este. Rendijas y desfiladeros, no dejan de ser ciertos condicionantes para percibir la totalidad.
Un abrazo grande amigo y feliz sábado, bendiciones.
Claude

[Julio Bonal]

Menuda sucesión, qué digo, cascada de metáforas y palabra densa para que se hunda en ellas el lector y se vea lanzado a profundizar en su propia metáfora o, por más, o menos, decir, misterio. Talento, lo que más allá del tópico implica decir verdad, dejar a la palabra misma el veredicto final.

Una abraçada.