De la ciudad al pueblo, del pueblo a la aldea y de la aldea a la montaña. Seguimos transcurriendo... Ahora solo falta que Amazon me envíe la piscina hinchable para el porche, la vieja la agujereó el Juancho, que es un lagarto bastante grande que vive en nuestra habitación, que cacarea como las gallinas y caga como los ratones... buen chaval, je, je.
Un abrazo, Marisa, aunque sea hasta la ciudad. Allí también existen cielos y parques aunque no sea lo mismo. Yo nací en una.
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¡¡Ostras, una salamandra!!
En ciudades no es frecuente salvo que haya zonas ajardinadas, a mi se me coló una y la perseguí "inmisericorde" con una "chola voladora" En La Palma hay que poner mosquiteras sí o sí, y no es para los mosquitos sino para que no entren las salamandras
Y sobre las puestas de sol, a 37 grados no se aguantan, habrá que esperar al final del verano.